sábado, 31 de octubre de 2015

Cómo evitar la infidelidad durante la experiencia de Work and Travel

Saludos. Probablemente hayas escuchado del programa Work and Travel. Se trata de un programa de intercambio estudiantil en el que universitarios de todo el mundo pagan ciertas sumas de dinero para pasar las vacaciones que separan un año y otro, trabajando en Estados Unidos por, aproximadamente, tres cuartas partes del sueldo de un trabajador promedio local. La idea, en teoría, es que la experiencia del viaje proporcionará un horizonte más amplio sobre la responsabilidad y el mundo laboral y dará cierto prestigio al CV al momento de buscar algún trabajo en el país de origen.

El programa lleva ya algunos años realizándose con relativo éxito, lo cual implica que mucha de la gente que ha participado en éste ya se encuentra relativamente bien posicionada en el mundo laboral en su propio país. Uno asumiría que si alguna de estas personas trabajase en recursos humanos y estuviese entrevistando a alguien con “Work and Travel” en el CV, lo vería como un elemento deseable.

Las opiniones, no obstante, parecen estar divididas. Si bien es cierto que el trabajo es una parte central de todo el programa, éste tiene, en ciertos círculos, la reputación de ser un viaje para las fiestas, drogas y el sexo desenfrenado.

Si me lo preguntan a mí, diría que no es una mala propuesta.
El punto, sin embargo, es que, en mi experiencia, he visto a muchas parejas terminar dolorosamente su relación a causa del placer sin límites que promueve este viaje. Vemos como tanto hombres como mujeres, en apariencia tranquilos y moralmente determinados a ser fieles, sufren una transformación durante el viaje que altera completamente el curso de sus relaciones.

Si estos casos son mayoría o no, no es objeto de esta entrada por lo que no considero necesario utilizar alguna referencia con las estadísticas. Basta con que haya pasado, al menos, una vez para que nos preguntemos cómo evitar que algo semejante se repita (léase: evitar que te pase a ti). Es sobre eso que trata esta entrada.

Tratemos de aferrarnos un poco a los hechos. Ciertamente no es ninguna ley que las cosas se den de esa única manera y cada caso es diferente, pero lo cierto es que existe una determinada cantidad de casos de personas que van a esos viajes, teniendo sus intenciones de abstinencia claras, y acaban arrastrándose por el ambiente y volviendo a su ciudad con una pareja o algún amor a distancia esperándolo en otro país y habiendo probado ciertas drogas. Esto en sí, no tiene razón para ser algo malo.

Sin embargo, estos cambios radicales en personas que jurábamos conocer a fondo, en diversas oportunidades, pueden dañar a terceros como el ejemplo de las parejas mencionado.


¿Por qué ocurre esto?

La expresión popular "una manzana podrida pudre a las demás", parece ser más una fantasía que una realidad. Quizá una locución más adecuada sea "un barril podrido pudre a las manzanas”. Los resultados de varios experimentos en psicología social (Zimbardo, 1997) indican que, si bien existe un componente genético y actitudinal, son las variables en el contexto los principales motores de la conducta, y no la personalidad de los individuos. Me explico: la personalidad sí juega un rol, de lo contrario todos nos comportaríamos exactamente igual que los otros en un mismo ambiente. Sin embargo, existirán ciertas tendencias en determinados ambientes, que no estarán en otros. Tendencias que, incluso, pueden ir en contra de lo que normalmente considerarías “moral” o “bueno”.

De hecho, al efecto de dejar voluntariamente de lado los valores personales y actuar de formas subjetivamente reprochables por ti mismo a causa de un cambio de ambiente se llama Efecto Lucifer. El constructo se usa, normalmente, para entender la corrupción, la violencia, la crueldad y otro tipo de comportamientos en personas que, supuestamente, nunca harían algo así.

Lean el trabajo original.

Tu forma de ser es, en gran medida, la manera en la que te has adaptado para sobrevivir en tu entorno. Lo que te lleva a pensar que es tu personalidad la única responsable de todo lo que haces, es la relativa estabilidad que tiene tu ambiente. Ello genera la ilusión de que el contexto no influye por tratarse casi de una constante. Pero cambia radicalmente a un ambiente donde tu conducta habitual no es adaptativa, y veremos cuánto tiempo puede mantenerse.

Cualquiera que haya estado viajando durante un tiempo relativamente largo podrá notar con mayor claridad estos cambios. Más aún, si cambia de idioma, ya que cambiar la forma de hablar, es articular y construir el mundo con estados cerebrales distintos a los habituales. Una variable adicional al cambio de ambiente que valdría la pena tener en cuenta, es que el lenguaje moldea el pensamiento (Vygosky, 1995) y al cambiarlo de manera prolongada, inevitablemente estamos cambiando nosotros también. Los estudios al respecto han llevado a crear el concepto de personalidades biculturales (Ramírez, et al., 2004), que describe la transformación en las ideas, preferencias y maneras de pensar que tiene una persona cuando habla otro idioma por mucho tiempo.

Pero esta entrada no pretende ser una lección más de psicología social. Con la información presentada bastará para establecer la premisa de que uno, casi de manera inevitable, tenderá a cambiar progresivamente su manera de pensar y valorar las cosas si permanece suficiente tiempo fuera de su contexto habitual.

A continuación ofrezco algunos consejos que, aceptando la premisa mencionada, podrían ser de ayuda a las personas que desean participar en Work and Travel sin tomar decisiones que, al regresar a su ciudad, les generen alguna forma evitable de sufrimiento.

1. No digas que nunca te va a pasar.

Llamémoslo “un primer paso”. Creerte diferente al resto de personas es lo que finalmente podría terminar haciéndote igual o sumamente similar a ellos. Si asumes que, como caso humano, eres tan especial que hay cosas que mágicamente no se aplican a ti, estarás mucho más expuesto a que te ocurran, porque no estarás alerta ni realizarás la prevención necesaria.


 2. Evita tener "amiguitos de confianza".

Es muy probable que estando ahí conozcas a una persona del género opuesto (asumiendo tu heterosexualidad, claro está) con quien empieces a llevarte muy bien. Solo amigos. Conversan, tienen sus ratos a solas, se cuentan historias conmovedoras acerca de sus vidas, se escuchan cuando se sienten mal y todo eso que hacen las parejas salvo tener sexo y derivados. Pero son solo amigos ¿verdad? Seguramente sí, pero estos "amiguitos de confianza" son los candidatos ideales para ser las personas con las que, eventualmente, acaba empezando un romance. 

Se consciente de eso y decide si es mejor evitar tener esta clase de cercanía o arriesgarte. Es recomendable que uno se relacione mejor con un grupo y evite ponerse demasiado cómodo con una sola persona del género opuesto.


 3. La idea no es resistir la tentación, sino evitarla.

Tal vez seas muy fuerte y puedas resistir tentaciones, ¿pero por cuánto tiempo? Recuerda que vas a estar ahí meses en un contexto de convivencia y sustancias psicoactivas. Quizá tengas pocas vivencias en ese tiempo, pero muchas van a ser de carácter intenso. Exponerte abiertamente a todo lo que te tienta y pretender resistir mientras, poco a poco, tu voluntad se va desgastando, podría ser poco estratégico a largo plazo.


 4. Júntate con los que quieren lo mismo que tú.

Refuércense una y otra vez lo que quieren. Si te juntas con personas que van ahí a tener sexo y consumir sustancias, es probable que alguna vez te veas en una situación en la que te inviten a participar. Puedes decir que “no”, pero recuerda el punto 3. Así solo los acompañes sin participar, ya estás entrando en el ambiente, donde es más fácil contemplar de cerca la diversión de la que te estás perdiendo y dar el segundo paso.

5. Ten siempre un recordatorio de quién eres en casa.

Estarás en un ambiente nuevo que progresivamente irá haciéndote olvidar algunas de las cosas que tenías que hacer por estar en tu antiguo espacio. Algo que contribuye a enlentecer la transformación es mantener algo que te siga vinculando con tu antiguo medio. Un collar, fotos, comida, música, rutinas, responsabilidades, posters, lo que sea. Mientras más, mejor.

Los amigos que viajan contigo pueden, también, ser un recordatorio, pero ellos también cambian con el ambiente y pueden acabar siendo un recordatorio de quién eres ahí. Cuidado con eso.

6. Es más fácil ser fiel a tus principios al 100% que al 99%.

Tranquilamente este podrías ser tú: "Yo sé que como regla general la mayoría de las personas no debería hacer esto. Pero en esta circunstancia particular y atenuante y sólo por esta vez, está bien porque mi situación específica lo justifica". 

Rara vez somos conscientes de los costos que implica esa, aparentemente simple, elección. La mayoría de las serias violaciones a nuestros propios principios suele empezar con la mentalidad del "solo por esta vez".

El proceso es gradual, no de golpe. Todo empieza de a pocos y va, a la larga, subiendo la dosis. Una minúscula aproximación a lo que quieres no hacer, ya es hacerlo, sin importar cuánto quieras convencerte de que no cuenta y que solo sería por esa vez. A partir de ahí ya cruzaste la línea y ya no será una cuestión de violar o no tus principios, sino una cuestión de grado. Una vez hecho, será más fácil volverlo a hacer.

Es perfectamente posible argumentar lo contrario, pero un simple beso no tiene por qué ser menos engaño que una orgía zoonecrofílica. Generalmente los extremos y absolutismos no son alternativas compatibles con la salud mental, pero la mentalidad de que hay grados más severos que otros de engañar a la pareja, sea o no acertada, ayuda mucho a dar el primer paso, bajo la excusa de no ser tan grave o inclusive de "no contar". Es mejor, por fines prácticos, tomar, de manera provisional, una posición un poco tajante en ese aspecto.


7. Si descubres o sospechas fuertemente que a tu "amiguito de confianza" le gustas, aléjate.

Se necesitan dos para un engaño. Si uno de dos ya está listo para participar, vas a tener un obstáculo menos para violar tus principios y todo va a pasar a depender exclusivamente de ti.

Mucha suerte a los que deseen viajar. Recuerden que estos consejos son generales y pueden ser modificados y adaptados a las circunstancias específicas de cada uno. Más importante que los consejos aquí presentados, es su criterio para discernir. Úsenlo.


Referencias:

Ramírez, N., Gosling, S., Benet-Martínez, V., Potter, J., & Pennebaker, J. (2004). Do bilinguals have two personalities? A special case of cultural frame switching. Recuperado el 31 de octubre de 2015, de http://www.utpsyc.org/Nairan/research/bilingual.pdf

Vygosky, L. (1995). Pensamiento y lenguaje. Ediciones Fausto: Paraguay.

Zimbardo, P. (1997). The Lucifer Effect: Understanding how good people turn evil. Random House: New York.

sábado, 24 de octubre de 2015

Una comparación interesante entre mujeres de colegio mixto y colegio segregado


En el año 2011, como parte de un curso de investigación cualitativa, la Universidad de Lima nos asignó a cuatro compañeras (Crespo, Miro Quesada, Schroth y Vinces) y a mí la tarea de realizar una investigación sencilla sobre algún tema de nuestro interés.


Luego de diversas conversaciones, acabamos definiendo nuestro tema a investigar. En nuestra experiencia en un ambiente universitario en el que personas de distintos colegios con distintas formas de pensar se encontraban, teníamos la impresión de que las mujeres que habían estado en colegios segregados (o sea, de un sólo género) tenían maneras distintas de pensar y comportarse que aquellas que provenían de colegios mixtos. No teníamos completamente definido en qué aspectos exactamente radicaban estas diferencias, pero intuíamos que existía cierta inflexibilidad en torno a temas relacionados a la sexualidad y la religión. Después de todo, la tolerancia es una forma de comunicación y convivencia (Villoro, 1998) y sin estas dos últimas, no hay cómo aprender y ejercitar la primera. 

Basándonos en lo antedicho, sospechábamos que mientras menos normal sea para las chicas el interactuar con hombres, más diferencias inaceptables tenderán a percibir en ellos. El caso inverso también podría darse, pero no fue materia de nuestro estudio.

Por ello, decidimos realizar un pequeño estudio exploratorio para indagar las diferencias entre las representaciones sobre los roles de género en mujeres adolescentes de un colegio religioso mixto y otro segregado. Nuestro objetivo era conocer posibles efectos psicológicos de separar hombres de mujeres durante procesos fundamentales de su formación como individuos, desde la niñez hasta la adultez temprana.

De una población de colegios religiosos de Lima Metropolitana con pensiones entre los 4500 y 6500 dólares americanos anuales, se eligió de manera aleatoria uno mixto y otro segregado (de mujeres). Realizamos dos grupos focales con 10 mujeres entre los 16 y 17 años de edad, cursando el quinto grado de educación secundaria, 6 pertenecientes a un colegio religioso mixto y 4 a uno segregado.


En otras palabras: Escogimos ciertos temas como los roles de género, las funciones de la pareja y la sexualidad y comparamos las opiniones de chicas cursando el quinto de secundaria en colegios religiosos “pitucos” (argot peruano para "exclusivos") de Lima (cuyos nombres nos comprometimos a no revelar), con la diferencia de que uno era solo de mujeres y el otro era mixto. Los resultados superaron nuestras expectativas. 

Comparto algunas de las tablas comparativas para dar una idea.

De arranque, en la tabla 1, observamos una mayor sumisión a la autoridad religiosa en las chicas del colegio segregado.

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La tabla 2 muestra que ambos grupos tienen una percepción de los hombres como menos maduros que ellas, pero las chicas del colegio segregado mostraron tendencias a percibir a los hombres como más agresivos y amenazantes.

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Los resultados en la tabla 3 guardan coherencia con los de la anterior, ya que las mujeres del colegio segregado parecen preferir evitar juntarse con hombres, salvo que éstos cumplan una determinada cantidad de requisitos y restricciones en su manera de comportarse.

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Esta siguiente tabla muestra una diferencia esperable: la experiencia sentimental con hombres por parte de las chicas del colegio segregado es bastante reducida en comparación con las del colegio mixto. Adicionalmente, el motivo principal por el que las chicas del colegio segregado terminaban una relación tendía a ser intentos de su pareja de querer sostener relaciones sexuales con ellas.

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Ello nos lleva a la tabla 5. Para el grupo de chicas del colegio segregado, el sexo tendía más a ser motivo de vergüenza y repulsión. Algo que para ellas, no solo es exclusivo del matrimonio, sino que tenerlo fuera de éste es un claro reflejo de problemas emocionales y falta de respeto a ellas mismas.

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Los resultados de nuestro estudio exploratorio no pueden generalizarse más allá de nuestra muestra, pero dieron indicios de posibles diferencias importantes que podrían, también, darse en otros colegios de características similares. Parece que puede haber alguna información interesante por descubrir, por lo que, quizás, valdría la pena realizar más investigaciones al respecto. Si, incluso, se confirmasen estos resultados como aplicables a la mayoría de colegios, no habría razón para asumir que las actitudes mostradas no tiendan a flexibilizarse una vez que las chicas terminen el colegio.

Como dato curioso cabe citar el estudio de Darrel Ray realizado en 2011 y publicado al año siguiente. Ray trabajó con grupos de personas religiosas y no religiosas e hizo preguntas como:

Cuando empezaste a masturbarte.
Cuando empezaste a tener sexo oral.
Cuando empezaste a hacer petting.
Cuando empezaste a tener relaciones sexuales.

Al comparar las respuestas de aquellas personas que fueron criadas en ambientes religiosos con aquellas que no, encontró que, prácticamente, no había diferencia alguna (94.1 en religiosos y 96.1 en no religiosos).

Sí encontró, no obstante, diferencia en el uso de la pornografía. Mientras más mayores se iban tornando las personas religiosas, más parecían tender a tener fantasías sexuales intrusivas. Su uso de la pornografía superaba el de las personas no religiosas por entre 5 y 10%.

La principal diferencia, sin embargo, era el factor culpa. Los religiosos experimentaban culpa por la masturbación y el sexo que, inevitablemente, tenían. La conclusión de Ray se resume en su siguiente cita: "Seas religioso o no, la biología sucede".

Sería, finalmente, interesante comparar la tasa de embarazos no deseados en ambos grupos, ya que investigaciones en Latinoamérica demuestran que prohibir el sexo y llevarlo a la categoría de tabú no influye en la abstinencia, sino más bien en el sexo sin protección (Rodríguez, 2001).


Referencias:

Ray, D. (2012). Sex and God: How Religion Distorts Sexuality. IPC Press: Estados Unidos.

Rodríguez, G. (2001). Planeando tu vida: programa de educación sexual y para la vida dirigido a los adolescentes: manual para el instructor. Planeta: México.

Villoro, L. (1998). El poder y el valor. Fundamentos de una ética política. Fondo de Cultura Económica- El Colegio Nacional: México.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Humor, tragedia y lisuras: El asombroso poder de Carlos Alcántara en Asu Mare

El humor es una herramienta fundamental para la estabilidad emocional en un medio adverso, ya que puede ayudarnos a tolerar aspectos dolorosos de la realidad al invertir su significado. De hecho, se le considera uno de los factores protectores contra la violencia y la depresión (Muñoz & de Pedro, 2005), ya que nos hace reír frente a situaciones que, de otro modo, nos mortificarían. Bajo este enfoque, Carlos Alcántara es un excelente inductor de dopamina, capaz de convertir la tragedia de la realidad peruana en una comedia. En este artículo revisaremos algunos de sus recursos empleados en su espectáculo comédico "Asu Mare", llevado posteriormente a la pantalla grande. Incluyo, al final, un video con el show completo que empleé para hacer el análisis.

En principio, un breve vistazo a su oratoria nos muestra su dominio, consciente o no, de ciertas técnicas psicológicas. Empieza tanteando qué tan receptivo está el público y lo manipula un poco para que lo llamen. Ya en el escenario, interactúa individualmente con algunos miembros de la audiencia para conseguir aliados que, más adelante le dirán a los suyos (con el lenguaje corporal) que está bien confiar en él. Una vez que es aceptado en el grupo, procede a ampliar sus límites.


Alcántara utiliza la técnica de la desensibilización sistemática (Nezu, Maguth & Lombardo, 2006) para acostumbrar al público al sexo y a las "groserías", manteniendo siempre una continuidad en los temas que escalan, de a pocos, en intensidad.

Dado que, en principio, ha sido contratado para dar un show,  ya cuenta con un liderazgo formal, pero su siguiente paso es más ambicioso: desea obtener un liderazgo legítimo al ganarse oficialmente el respeto del público. Para ello recurre a una estrategia sutilmente camuflada como un simple juego: Si la audiencia fuese una manada, Alcántara estaría procediendo a posicionarse como “alfa” del grupo al hacer gemir a las mujeres y hacerlas gritarle, mediante psicología inversa, expresiones de aceptación como "¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!". Una vez que los hombres ya vieron que es aceptado por las mujeres, son más propensos a desear un vínculo con él.  Por ello responden favorablemente cuando invoca a la virilidad en ellos. A su vez, expone a los que quieran fingir ser más machos o aún se muestren a la defensiva (parte de su discurso, finalmente, es una crítica al machismo y a la negación de la propia autenticidad).

Notaremos que también utilizará la triada de Rogers (1961) para llegar al público: Para este punto queda establecida su autenticidad al reconocer abiertamente sus orígenes y su empatía al disculparse de vez en cuando por el humor negro. Mostrará su aceptación incondicional al público al responder con humor (en lugar de enojo o inhibición) a la negativa de algunos a seguir sus dinámicas.


El “calentamiento”, como él lo llama, ha consistido en preparar psicológicamente al público para escuchar con mente abierta algunas verdades incomodas. Ahora que nos identificamos con él podremos vernos a nosotros mismos en su historia.

A estas alturas en las que ya tiene la aceptación del público, se enfocará en no perderla  y evitar abucheos a partir de recordarle periódicamente a su audiencia que todo es una broma. Como si se tratase de una anécdota casual y de manera humorística, empieza con breves descripciones de los personajes y sucesos de Lima Metropolitana: El huachimán de barrio, el ratero (o “chorizo”, como él le llama), los corredores casuales alrededor del Golf de San Isidro y del Estadio Nacional, el “fulbito”, los viajes de promoción en los distintos sectores socioeconómicos como una reproducción de la desigualdad social, etc.

Un análisis del contenido de su espectáculo nos lleva a la segunda parte del show. Ésta consta de un discurso que presenta aspectos emocionalmente ásperos de la realidad peruana como la pobreza, el desempleo, el alcoholismo, la naturalización de la violencia, las drogas, la vida en el barrio y el anhelo de un futuro mejor, pero lo llevará a una conclusión de esperanza, ya que, en gran medida, gracias a la lucha de su madre, que hizo lo imposible por sus hijos, logró salir de ese mundo.


Su historia, por lo tanto, corresponde al arquetipo del ascenso a la riqueza o a un mundo mejor (Rags to Riches) propuesto por Booker (2004). Una clásica historia del “mendigo” de la Gran Unidad Escolar Hipólito Unanue Del Perú que conquista a la “princesa” del colegio privado San Silvestre.


Dentro de los aspectos más personales de su vida, resalta la idea del padre ausente: menciona la presencia física del mismo en la casa, pero este carece de protagonismo en la historia. Al mismo tiempo es una crítica social al machismo.

Pese a la diversidad de temas tocados en “Asu Mare”, el mensaje último de Alcántara es el amor, que se percibe en la conclusión de su historia llevada al escenario: se reconcilia con su madre al decirle públicamente que, pese a todo, ahora la entiende, la admira y la ama.


A su vez, una particularidad a señalar es que su historia es narrada utilizando símbolos reconocibles por la clase alta limeña, por ejemplo el rock de Elvis (o de Queen en la película), la canción “Super Mario Starman” o referencias al cine estadounidense como The Shining.


El resultado final guarda cierta relevancia cultural digna del éxito que está teniendo en el extranjero: es una magnifica conversación entre dos sectores socioeconómicos que, al darse sin la expresión de resentimiento, acaba siendo una forma de conciliación.






Temas relacionados:

Puedes leer mi recopilación de investigaciones científicas sobre la felicidad aquí.

Puedes leer mi análisis filosófico de El Bananero aquí.

Puedes leer una breve reflexión sobre la campaña peruana de violencia contra los delincuentes "Chapa tu choro" aquí.


Referencias:

Booker, C. (2004). The Seven Basic Plots: Why we tell storiesThe Tower Building: London.

Muñoz, V., & De Pedro, F. (2005). Educar para la resiliencia. Un cambio de mirada en la prevención de situaciones de riesgo social. Revista Complutense de Educación, 16, 107-124.

Nezu, A., Maguth, C., & Lombardo, E. (2006). Formulación de casos y diseño de tratamientos cognitivo-conductuales. Un enfoque basado en problemas. Editorial El Manual Moderno: Bogotá.

Rogers, C. (1961). On becoming a personHoughton Mifelin Company: Boston.

domingo, 18 de octubre de 2015

Conviviendo con la muerte: ¿Cuán seria es, realmente, la depresión?

¿Conocen al Toxoplasma gondii? Es un parásito que sólo puede reproducirse dentro del cuerpo de un felino. Puede vivir en el interior de una sola célula en el intestino de un gato. En su etapa final, libera huevecillos que son expulsados por las heces del gato y pueden sobrevivir hasta 18 meses fuera de un organismo vivo. Cuando un animal, usualmente una rata, ingiere o respira los huevecillos, éstos eclosionan en su interior y empiezan su ciclo de desarrollo. Sin embargo, su ciclo reproductivo solo puede ser terminado dentro de un felino, por lo que, a menos que el animal sea comido por uno de ellos, el toxoplasma morirá sin reproducirse. Esto puede ser un verdadero problema, ya que las ratas no son precisamente amigas de los gatos. Sin embargo, el parásito tiene sus medios para llevar a su víctima directo a las fauces de su depredador natural.


En condiciones normales, una rata muestra aversión al olor de los gatos y tenderá a escapar apenas perciba la más mínima señal de peligro. Sin embargo, el toxoplasma genera modificaciones específicas en el cerebro de las ratas, para que éstas sientan placer en lugar de aversión por el olor de los gatos. El resultado final es que su huésped probablemente termine encontrándose con un gato que acabará comiéndoselo. Es decir que una modificación física en el sistema nervioso, en este caso causada por un parásito, invierte los criterios de salud del organismo y lo hace percibir como interesante o aceptable aquello que en condiciones saludables descartaría inmediatamente.

Esto nos enseña una valiosa lección: Los sistemas nerviosos pueden ser físicamente alterados para funcionar en contra de su propia supervivencia.


La depresión tiene una manera similar de operar. El tema está tan estudiado, documentado y difundido que sería una pérdida de tiempo escribir otro artículo más sobre la etiología de la enfermedad. En lugar de ello, ofrezco una breve descripción de cómo es que esta enfermedad puede, lentamente, consumirnos a todos mientras nuestros amigos y familiares nos gritan que pongamos de nuestra parte y que estamos poniendo excusas.


En principio, es importante diferenciar la depresión de la tristeza, ya que muchas personas usan las palabras como sinónimos. La tristeza es un mero síntoma que tiende a aparecer durante una depresión, pero puede también sentirse sin que la persona esté deprimida. La depresión es una enfermedad mental que causa ligeras alteraciones físicas en el cerebro (normalmente axónicas y dendríticas) que se ven acompañadas de alteraciones en el pensamiento que, en principio, son muy sutiles como una sensación de aburrimiento que no se calma con facilidad, pero que pueden escalar gradualmente al deseo del organismo de autodestruirse o dejarse morir sin importar las secuelas que ello deje en su entorno.


En el transcurso de la enfermedad, aparecen patrones pesimistas de pensamiento que pueden generar creencias, en apariencia lógicas para la persona,  de no ser valioso o de que los demás solo lo van a lastimar. Dichas creencias tienden a reforzarse cuando la persona desarrolla lo que se llama “sesgos de confirmación” y solo le presta atención a aspectos de la realidad que confirmen las ideas tóxicas con las que ya se comprometió. La convicción de que los demás no son de confiar y de que uno no vale lo suficiente como para ser cuidado puede producir un rechazo al contacto interpersonal.


Al encontrarse la persona cada vez más aislada de los otros, éstos pensamientos de no ser apreciado o respetado parecieran "confirmarse", aumentando la intensidad del malestar emocional. Algunos encuentran intolerable la idea de ser rechazados por los otros por ser considerados antipáticos o raros y prefieren amortiguar los golpes a su autoestima portándose con hostilidad hacia ellos. La lógica detrás de ello es convencerse de que controlan su situación y que, de hecho, el que lo abandonen o menosprecien le divierte porque le gusta “ver las reacciones de la gente”.

Desde luego que la depresión es solo una forma de operar de la mente dados ciertos cambios físicos en la estructura encefálica. No es un ente real con conciencia y voluntad, pero si, metafóricamente, la personificásemos en un sujeto hiper real que se alimenta del sufrimiento psicológico para vivir, éste se comportaría como un parásito que modifica el patrón de pensamiento de su víctima para que perciba a las personas como irritantes, a las contingencias desagradables de la vida como intolerables y a sus placeres como superfluos.


Cuando la lógica y el sentido común operan bajo las premisas de que uno no es valioso, los demás son desagradables y que la vida es irremediablemente una fuente de dolor, la mente racional concluye que lo lógico es alejarse de las otras personas y de las incomodidades en todos sus niveles para protegerse.

Esto no sería un problema si no fuese por la condición biológica inherente de ser un animal social. Nuestros organismos están diseñados por la selección natural para experimentar bienestar cuando estamos en compañía de los otros y no somos los únicos.

Cuando, por ejemplo, los ratones son expuestos a constantes agresiones, éstos desarrollan una aversión al contacto social muy difícil de revertir (Breton, et al., 2006). Estudios han documentado que los ratones que permanecen socialmente aislados por un periodo mayor a las 4 semanas, incrementan su agresividad, muestran síntomas de depresión y ansiedad y presentan cambios físicos observables y medibles en su funcionamiento cerebral (Matsumoto, et al., 2005).


En el caso de las personas, es, finalmente, este paso de aislarse lo que precipita el deterioro físico y psicológico. Cada vez su motivación para salir se irá debilitando y las excusas empezarán a brotar como burbujas en un caldero hirviendo: "no me gustan las reuniones", "tengo que cuidar al perro", "no he limpiado la casa", "estoy cansado”, etc.

La depresión modifica tanto la manera de pensar y de actuar de una persona, que en los primeros manuales de psiquiatría se le había considerado incluso un estilo de personalidad. Hoy en día sabemos que estos casos describían lo que hoy se considera un tipo de depresión llamado distimia.

Se calcula que, solamente en el Perú, hay cerca de un millón 700 mil personas deprimidas, de las cuales únicamente el 25% ha recibido atención especializada. Según las estadísticas del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, el 80% de los 334 casos de suicidios presentados en el Perú solo en 2013 tuvo su origen en problemas de ánimo y depresión.

Castillo Martell, director de la institución, explica que “de cada 20 personas mayores de 15 años, una se deprime al año; de cada 20 personas con episodio de depresión, una intenta suicidarse; y de cada 20 intentos de suicidio, uno llega a consumarse”.

Algo que refleja cuán real y peligrosa es la modificación en los patrones de pensamiento, es que muchas personas, incluso habiendo descubierto que claramente necesitan ayuda, optan por no buscarla. Es como si la depresión fuese un toxoplasma que aleja más y más a su huésped del contacto interpersonal que podría salvarle la vida. Los mismos datos de la institución previamente mencionada revelan que el 20% de quienes padecen de esta enfermedad se da cuenta de que necesita atención, pero no toma medidas.


Es importante, por ello, estar atentos a los cambios mencionados en este artículo para poder ayudar a quien, literalmente, ya perdió la fuerza para ayudarse, en lugar de decirle que son excusas o que no está poniendo de su parte. Quizá valga la pena tener presente el proverbio sueco: “Ámame cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite”.


Temas relacionados:

Puedes leer mi recopilación de investigaciones científicas sobre la felicidad aquí.

Puedes leer acerca de mi explicación del arquetipo de la sombra (o como dar un primer paso en aceptarse a uno mismo tal y como es) aquí.

Puedes leer algunas sugerencias para vincularte mejor con alguien en una conversación aquí.


Referencias:

Breton, O., McClung, C., DiLeone, R., Krishnan, V., Renthal, W., Russo, S., Graham, D., & et al. (2006). Essential Role of BDNF in the Mesolimbic Dopamine Pathway in Social Defeat Stress. Recuperado el 17 de octubre de 2016 de http://www.sciencemag.org/content/311/5762/864.abstract

Matsumoto, K., Pinna, G., Puia, G., Guidotti, A., & Costa E. (2005). Social isolation stress-induced aggression in mice: a model to study the pharmacology of neurosteroidogenesis. Recuperado el 17 de octubre de 2015 de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16019600

Muñiz, S., & Mondragón, R. (2009).Toxoplasma Gondii, un Patógeno Asesino Re-emergente. Recuperado el 17 de octubre de 2015 de http://www.facmed.unam.mx/publicaciones/ampb/numeros/2009/02/g_3erarticulo28(2).pdf

jueves, 1 de octubre de 2015

Tres buenos consejos para encontrar a tu perro extraviado

Saludos. He notado que son frecuentes los anuncios de mascotas perdidas en las redes sociales y a veces me gustaría poder hacer más para ayudar que simplemente darle "me gusta" y compartirlos. No me malinterpreten: eso ayuda mucho y es lo mínimo que puede hacerse para encontrar al perro.


Creo, no obstante, que hay todavía más que puede hacerse. Muy aparte de las recomendaciones habituales (publicarlo en redes sociales y empezar a buscar antes de que transcurran las primeras 12 horas), puedo agregar tres más.

1. El afiche

El error que cometen muchos es apelar a la emoción queriendo dar pena y pidiendo caridad, cuando lo que mejor funciona es apelar a la razón. Se recomienda ofrecer recompensa si el perro es amigable o de raza pura, ya que algunas personas podrían ver la oportunidad de hacer un negocio rápido vendiendo un perro de estas características. La recompensa ideal es aquella que equivale al precio del perro en el mercado, pero también puede bastar con montos menores.

No redactes el afiche en primera persona ("Me perdí y estoy muy triste. Mis dueños me extrañan"). Es un intento de humanizar al perro para dar más pena, pero puede evocar burlas y rechazo.


Cada persona que tome en serio tu afiche vale oro, así que no te arriesgues a perder potenciales aliados por tratar de darle estilo a tu afiche. Recuerda: no se trata de originalidad o arte, se trata de dar información clara, necesaria y breve.

Usa poco texto, letra Arial o Times New Roman, foto grande, número de contacto, breve descripción del perro, lugar en el que se perdió y fecha. No des tu nombre y apellidos.

Pega el poster en la ventana trasera de tu propio auto y en zonas estratégicas al rededor del área en la que se perdió y en zonas familiares para el perro. También déjalo en clínicas veterinarias, ya que cuando algunas personas encuentran un perro que pretenden quedarse, lo llevan al veterinario para un chequeo. Asegúrate de conversar y caerle bien al veterinario o recepcionista de la clínica en donde dejas el afiche, ya que de ese modo aumentarás la probabilidad de que te llame a avisar en caso de que alguien haya llevado el perro pero haya decidido ignorar el afiche.


2. Crear puntos de encuentro

Este es un truco bastante usado por cazadores pero que también sirve para estos casos.

Duerme con un polo y luego sal a trotar con él (si tienes una mejor forma de hacer que el polo apeste a ti, haz eso). Déjalo colgado en un lugar cerca de donde el perro se perdió, con un poco de agua y su comida habitual. Deja una copia del afiche y una nota breve pidiendo que no remuevan lo que dejaste, porque es para encontrar a tu mascota. Revisa el punto dos o tres veces en el día y renueva el polo con otro recientemente usado.


Ayuda que tengas más de uno de estos puntos, pero es recomendable que no los instales tan cerca el uno del otro, ya que podrías hacer que el perro alterne ambos sitios y justo no esté cuando tú llegues. La idea es que el perro se quede ahí.


3. Deja rastros que tu perro pueda seguir

Si tienes otro perro (con el que tu mascota se lleve bien) sal a caminar con él seguido por las zonas en donde podría circular el perro perdido. De esa forma vas dejando y renovando rastros de olor (el tuyo y el de la orina del perro que paseas) que en algún momento la mascota podría detectar. Esto haría que tienda a frecuentar más por esa zona.


Te deseo mucha suerte. Si hay algo que pueda hacer para colaborar con tu búsqueda, házmelo saber en los comentarios o por mensaje privado. ¡No te rindas!