domingo, 29 de noviembre de 2015

Skullgreymon: El ambiguo sendero hacia la madurez

Existe un ánime, el cual probablemente ya conozcan, llamado Digimon. ¿Les suena?

Sí. Ese que no es Pokémon.
Deseo compartirles una reflexión sacada de lo sucedido en el episodio 16 de la primera temporada, pero antes repasaré lo básico sobre la serie para estar todos en la misma página.

Digimon narra las aventuras de un grupo de niños, todos con monstruo de mascota que, en sentido metafórico, representa la maduración emocional de cada uno. Cada niño posee una virtud que lo caracteriza: valor, amistad, pureza, amor, honestidad y conocimiento. Resulta que cuando uno de ellos experimenta un evento que los ayuda a madurar y desarrollarse de acuerdo a su virtud emblemática, el lazo con su monstro se ve afectado también. En ese sentido, el valor de Tai (personaje en el que me centraré) es lo que brinda fuerza a su monstruo, Agumon. Dicha fuerza estimula que éste se transforme cuando sea necesario combatir.

Tai y Agumon
El contexto en el episodio 16 es el siguiente: Para este punto de la historia, Tai es el único del grupo que ha encontrado un amuleto que le da a su monstruo la posibilidad de transformarse en algo mucho más poderoso de lo que podía ser antes. Ya que, por el momento, él era el único que podía evolucionar a su monstruo a una etapa superior a la de Greymon, Tai consideraba que en él recaía la responsabilidad de proteger a los demás en caso de que algún peligro se diese. Por ello, observamos a un Tai más autoritario y severo que de costumbre, imponiendo su liderazgo y obligando a Agumon a permanecer alerta y fortalecerse a toda costa.

Finalmente aparece un enemigo poderoso y Agumon se transforma en Greymon para combatirlo. Tai y sus amigos se dan cuenta, durante la pelea, de que Greymon no tiene la fuerza suficiente para ganar.

Entonces Tai le exige a Greymon que “digievolucione” (se transforme) para derrotar a su enemigo. Para Tai ese cambio es ahora o nunca. Greymon, quien hasta ese momento jamás había podido transformarse, no pudo lograr su objetivo, porque sencillamente no sabía cómo forzar un cambio de esa naturaleza.

Tai comprendía que cambios en su crecimiento personal estaban relacionados a la apariencia y fuerza de su monstruo, por lo que para apresurar dicha madurez, se armó de "valor" y se inmoló contra el enemigo para poner su vida deliberadamente en peligro y forzar a Greymon a evolucionar para salvarlo.


Aquel valor imprudente e impulsivo generó tal angustia en Greymon que éste, en efecto, evolucionó para sobrellevar la situación. Sin embargo, algo no andaba bien: su cambio no reflejaba control. Se transformó en una criatura monstruosa y altamente destructiva que acabó rápidamente no solo con su adversario, sino con todo el lugar en el que se encontraban y, por poco, también con sus propios amigos. Dicha evolución toma el nombre de "Skullgreymon", una criatura cuya apariencia calavérica, debatiblemente, puede hacer alusión a la muerte y la destrucción.

Skullgreymon
El final del episodio nos deja con la idea de que fue una transformación "equivocada", ya que en la serie luego aprendemos que la evolución "correcta" sería "Metalgreymon". ¿Qué ocurrió entonces?


En términos simples, Tai tuvo el valor equivocado. Inconsciente y temerario, forzó un evento sin pensar más que en lo que él quería. Ignoró el sufrimiento que impartía en los demás y optó por una postura poco empática y predominantemente agresiva. Ello causó que su monstruo tuviese una forma "incorrecta" de evolucionar. ¿A qué voy con esto?

Reemplacemos la palabra “evolucionar” por “madurar”.

En la vida, todos tenemos vivencias de distinta índole que nos enseñan una u otra cosa. No obstante, no es la experiencia la que de por sí nos hace madurar, sino la reflexión que hagamos en base a ella.

Un ejemplo sencillo: Una persona se permite enamorarse y se entrega por completo a su pareja. Experimenta una enorme felicidad gracias a esta decisión, pero, a largo plazo, la relación no funciona como lo deseaba y ambos terminan separándose en malos términos. Ante esta situación, esta persona es inmediatamente confrontada con una fuerte sensación de injusticia, de vacío, tristeza, etc. Este estado emocional lo coloca en la situación en la que necesita darle un sentido a lo que ocurrió y adquirir nuevas habilidades para protegerse mejor.

Por un lado podría decidir que el amor es muy riesgoso y que para no sufrir nunca más por un tema similar, es lógico no confiar más en otros y evitar crear vínculos para nunca tener que pasar por la experiencia de perderlos. A corto plazo, una decisión así podría, en efecto, ahorrarle algunas angustias, pero a largo plazo esta persona podría terminar enfrascándose en una soledad mucho más intolerable que el propio cese de una relación.

Sí. Mi cuenta de Facebook está en alemán.
Les comparto, así, un término que vengo utilizando desde hace un tiempo. Cuando uno, luego de una fuerte adversidad, madura de tal forma que su cambio, a largo plazo, cause, mantenga o amplifique su sufrimiento o el de otros, entonces podría decirse que su cambio es el “Skullgreymon” de lo que vivió. En otras palabras, la experiencia lo marcó para mal, habiendo tenido la posibilidad de crear otro desenlace más beneficioso a largo plazo.

Por otro lado, ante la misma situación inicial, esta persona podría, también, concluir que las vivencias desagradables nos ayudan a atesorar y cuidar a las que creemos que valen la pena, por entender lo efímeras y delicadas que pueden llegar a ser. Tras haber experimentado una vivencia tan gratificante, esta persona podría enfocarse en que ahora sabe que, aunque son susceptibles de terminarse, estos estados de éxtasis son reales y posibles. Analizando sus circunstancias, puede identificar con más precisión cómo cuidar mejor de su situación para reducir las probabilidades de que ésta tome rumbos no deseados.

El punto, finalmente, es que pese a que dos personas puedan tener una experiencia muy similar de abandono, la forma en la que maduren o cambien, dependerá de sus reflexiones e interpretaciones, más que de la naturaleza de la experiencia en sí.

Esto es, de hecho, una buena noticia: tenemos más control de nuestro bienestar del que nos gustaría aceptar. No podemos escoger todo lo que nos ocurre, pero sí la actitud con la que lo afrontaremos.


Dato curioso: el enemigo contra el que Greymon luchaba era otro Greymon. ¿Una metáfora de la lucha interna contra uno mismo, tal vez?


domingo, 22 de noviembre de 2015

Fórmula Mohawk Valley: Una técnica de manipulación mediática

La manipulación mediática o uso deliberado de los medios de comunicación para forzar opiniones en el público general, muchas veces contrarias a sus intereses, es un tema serio que amerita ser expuesto en todas sus dimensiones.

Diezhandino (2007) nos explica que la relación entre libertad de prensa y erradicación de la pobreza fue el tema del UNESCO World press freedom day, llevado a cabo en Sri Lanka del 1 al 3 de mayo de 2006. De manera resumida, las conclusiones esbozan lo siguiente:
  • Cuando la gente no tiene voz en el escenario público o acceso a la información sobre temas que afectan a sus vidas, o cuando sus preocupaciones no se reflejan razonablemente en los medios, el desarrollo tiende a ser saboteado y desastres como, por ejemplo, la hambruna tienen menos posibilidades de ser evitados.
  • La falta de acceso a la comunicación elimina la capacidad de los pobres de participar en los procesos democráticos y por ende, los aísla y los excluye del desarrollo, dejándolos a su suerte.
  • A menos que los medios de comunicación sean realmente fiscalizadores del interés del conjunto de la población de los países en vías de desarrollo y no solamente de aquellos que representan un mercado para los publicistas; la gente morirá en cientos de millones.

Aclarada la importancia de informarse al respecto, en esta oportunidad solo me referiré a una técnica de manipulación mediática muy común, llamada “Fórmula Mohawk Valley”, para permitir al lector un vistazo a la punta del iceberg.


Nuestra historia empieza en Estados Unidos, a mediados de los años 30. La clase obrera estadounidense ganó su primera victoria legislativa: Ahora tenían el derecho a organizarse mediante la Ley de Wagner. Esto se consideró una crisis en el viejo arte de manipular la opinión pública por dos razones: Por un lado, la turba estaba encontrando la manera de utilizar la democracia para ganar victorias legislativa, lo cual perjudicaba a los empresarios que utilizaban la democracia a favor de sus intereses. Por otro, esta victoria había hecho posible que la gente se organizase. Para los inversionistas y hombres de negocios, era necesario desarrollar una herramienta que pudiese contrarrestar los efectos de la organización popular. En general, las huelgas y los sindicatos son malos para las inversiones privadas, por lo que la comunidad empresarial invierte colosales sumas de dinero, atención e ideas en cómo lidiar con esos problemas (Chomsky, 1997).


El primer intento de desarmar una huelga con éxito fue realizado entre 1936 y 1937. Se desató una huelga protagonizada por los trabajadores de la industria del acero de Pennsylvania. El sector empresarial puso a prueba su más reciente arma: no consistía en escuadrones de matones ni en el uso de la amenaza, sino en técnicas más efectivas y sutiles de propaganda. La clave era tornar al público en contra de los huelguistas, presentarlos como disruptivos, dañinos para la sociedad y los intereses comunes. Según Blumenthal (1939) la batalla de la propaganda para derrotar a una huelga no empieza con el inicio de la misma (salvo que ésta haya surgido súbitamente y de improviso), sino con anticipación. La huelga ya estaba anunciada de adelanto, y la Industria del Acero puso su plan en marcha, también, de antemano. El 1 de Julio de 1936, en 382 periódicos en 34 estados, habiendo invertido 114,000 dólares, dirigieron un artículo titulado “Al público y a los empleados de la Industria del Acero” que decía (íbid.):
Una campaña para sindicalizar a los empleados de la Industria del Acero ha sido anunciada. (…) Personas y organizaciones no vinculadas con la industria se han hecho cargo de la campaña. Hay demasiados indicios perturbadores de que los promotores de la campaña usarán la coerción y la intimidación.
La idea era crear en el público una idea de “nosotros y ellos”. Al plantear que “nosotros”, el empresario, el obrero, el ama de casa, tenemos intereses comunes que se ven amenazados por “ellos”. A ese “ellos” se le podía dar el rostro del monstruo que más miedo diese: judíos, comunistas, rusos, terroristas, seguidores de tal opositor político o lo que funcionase. Como lo describe Chomsky (1997), el mensaje es:
Queremos estar juntos y tener cosas como armonía, americanismo y trabajar juntos. Entonces aparecen por ahí estos malvados huelguistas que son disruptivos y están causando problemas y rompiendo la armonía y violando el americanismo. Tenemos que detenerlos para poder vivir todos juntos. El ejecutivo corporativo y el sujeto que limpia el suelo tienen los mismos intereses. Podemos trabajar juntos y trabajar por el americanismo en armonía, agradándonos mutuamente.
Se nombró a esto la Fórmula Mohawk Valley y se aplicó una y otra vez para romper huelgas con notorio éxito.

Dicha fórmula, originalmente creada en Estados Unidos, ha sido exportada a otros países. Créase o no, el uso de esta fórmula por parte del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas contribuyó a la creación de Sendero Luminoso. ¿No lo creen? Revisemos el contexto:

A principios del siglo XX, el desarrollo del capitalismo en el Perú y la influencia económica de potencias extranjeras, afectaron a la región de Ayacucho de manera negativa. Ya que la región no poseía ningún recurso que resultara de especial interés para el capital extranjero o nacional; no surgió allí algún núcleo económico con la suficiente fuerza para articularse a los sectores de punta de la economía nacional. A esta situación había que agregarle, además de la pobreza, la explotación terrateniente, la opresión servil y la discriminación étnica en la zona.

Fue en este espacio y contexto que se fundó La Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, lo que puso en el mapa a la región y agilizó su economía y educación. Sin embargo, cuando la educación permitió que la población de la zona se hiciera un poco más consciente de su situación, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas consideró que la universidad era foco de subversión y trató de asfixiarla económicamente.


Las protestas no tardaron en llegar y el gobierno respondió precisamente con la Fórmula Mohawk Valley.

Por ejemplo, el lunes de Junio de 1969, Expreso, uno de los principales diarios limeños, publicó un artículo con términos ambiguos pero severos sobre los acontecimientos en Ayacucho. El artículo, titulado "Conspiración", habla de "Intereses contrarios a los de la patria (...) (que) están conspirando contra el proceso Revolucionario en marcha", y critica: "La siniestra maniobra de grupos políticos harto conocidos (...) quienes tratan de utilizar para fines protervos a campesinos y estudiantes". Termina señalando que "Por fortuna, nada ni nadie podrá detener este proceso (...) La revolución es irreversible” (16.6.69).

Según lo reportado por Degregori (2011), durante los días posteriores al comunicado, en Ayacucho, durante una huelga, una campesina fue derribada por una ráfaga de metralla de la policía. Entonces los campesinos reaccionaron lanzando piedras con sus hondas mientras la muchedumbre intentaba recoger a la anciana, pero la policía, respaldada por sus armas, se apoderó del cadáver.

El gobierno emitió un comunicado oficial: Son elementos extremistas, expertos (...) en agitar a las masas y en el empleo de métodos terroristas, así como agitadores universitarios procedentes de Huancayo y Lima". Hablan en sus periódicos y noticieros limeños de "masas dirigidas por agitadores" "miles de campesinos engañados premeditadamente".

La negativa del gobierno a responder y validar las protestas y necesidades de ciertas poblaciones en estado de miseria y abandono fue un factor sumamente influyente en la decisión de ciertos grupos de tomar las armas y tratar de imponer sus cambios por la fuerza. El uso excesivo de la Fórmula Mohawk Valley para ignorar por completo los pedidos de atención de ciertos sectores desfavorecidos de la población, contribuyó a que ésta no vea otra manera de hacerse escuchar que declarándole la guerra al Estado.


¿Aprendimos la lección?

No.

Esperen, permítanme hacer un poco más de énfasis en ese “No”.


Mucho mejor.

Recordemos el famoso escándalo protagonizado en abril de 2015 por el diario Correo. El caso goza de cierto valor académico porque fue posible observar en vivo y en directo cómo la Policía Nacional del Perú y ciertos periodistas cooperaron para distorsionar la información e intentar desprestigiar las protestas contra un proyecto minero en Arequipa. La situación fue expuesta de manera tan clara, que resulta ser un excelente material didáctico. El siguiente video ejemplifica a la perfección un intento fallido de utilizar la fórmula aquí descrita:


Una vez que consiguieron falsear la evidencia, el diario Correo publicó, en su página web, la siguiente noticia:


Sin embargo, cuando el engaño fue expuesto, siguiendo el principio de silenciación de Goebbels, no tardaron en remover la noticia y no mencionar más el tema.


Valdría la pena preguntarse, al menos por una cuestión de probabilidad, si el 100% de las protestas en un país con altos índices de corrupción y pobreza son injustificadas. Basta con observar los reportajes sobre las huelgas transmitidas en los noticieros y diarios bajo la gestión de empresarios con socios e inversiones perjudicadas por las protestas y las piezas empiezan a encajar solas.

¿Quiénes están detrás de estas artimañas? Es difícil responder con nombres y apellidos. Cuando se trata de exponer a los miembros de una mafia que utiliza influencias en el gobierno para exonerarse de ciertas restricciones, es sumamente complicado encontrar evidencia que los incrimine directamente, ya que suelen ser expertos en cubrir sus huellas. Sin embargo, la segunda mejor cosa que podemos hacer es observar quiénes se benefician social, política y económicamente de que se inviertan tantos recursos en mantener cierto status quo. No podremos incriminar directamente a estas personas, pero podremos, al menos como consuelo, sospechar de su complicidad.


La información aquí presentada no representa en lo más mínimo un secreto entre académicos, periodistas, comunicadores, políticos, etc. Sin embargo, el público general no parece estar lo suficientemente empoderado como para conocerla. Si bien esta es solo una de las tantas técnicas empleadas para mantener a raya a la población y he sido muy general en describirla, espero haber podido ser claro en mi exposición para ayudar a otros a ser más cautelosos al formar sus opiniones o tomar ciertas decisiones.

Cuídense de la manipulación mediática. Si uno no adopta una posición escéptica frente a la desinformación deliberada que nos presenta la prensa mal entendida, puede terminar militando ferozmente a favor de los intereses contrarios a los propios. Duden. Cuestionen. Aunque sea escuchen con mente abierta a ambas partes en una noticia.

Por favor.


Referencias:

Blumenthal, F. (1939). Anti-union publicity in the Johnstown "Little Steel" Strike of 1937. Recuperado el 8 de junio de 2013, en http://www.jstor.org/discover/10.2307/2745002?uid=3738800&uid=2&uid=4&sid=21103468158383

Chomsky, N. (1997). Media Control. Estados Unidos: Seven Stories Press.

Degregori, C. (2011). El surgimiento de Sendero Luminoso. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Diezhandino, M. (2007). Periodismo y poder. Madrid: Pearson Educación.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Una serie para pensar y sentir: El existencialismo en Rick y Morty

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería si Jean Paul Sartre hubiese escrito el guión de una serie en la que los protagonistas de “Volver al Futuro” luchan por sobrevivir psicológicamente en una versión realista del universo de “Futurama”? Si eres como yo, probablemente no. Afortunadamente, hay quienes se han dado, no solo el tiempo para hacerse la pregunta, sino también para responderla.

En el año 2005, Justin Roiland creó la serie llamada “The real animated adventures of Doc and Mharti”. El show no era más que una parodia de las películas de “Volver al Futuro” y, originalmente, no tenía mayor propósito que ser una simple burla.

"You gotta lick my balls, Mharti!"
Años después, Roiland fue convocado por Dan Harmon para participar en el desarrollo de una serie animada original que se transmitiría por Adult Swim. Roiland, entonces, tuvo la idea de reciclar a los personajes de su antigua parodia y usarlos para protagonizar el nuevo trabajo. El resultado, transmitido por primera vez en 2013, fue la serie de televisión “Rick y Morty” (clara referencia a Doc y Marty).

Es posible que gran parte del éxito del show no se deba a su comedia o a la calidad de la animación, sino, de hecho a la profundidad de las ideas y los temas con los que, inevitablemente, el espectador es confrontado. A simple vista el show parece relatar las aventuras de Rick, un científico, y Morty, su nieto de 14 años, a lo largo de viajes espaciales e interdimensionales. No obstante, un vistazo más profundo a la psicología de los personajes revela un contenido de mayor complejidad.

Rick es un viajero interdimensional que ha visto lo peor del universo y, como consecuencia, ha quedado emocionalmente endurecido.


En sus viajes a realidades alternas se ha visto a sí mismo y a todos sus seres amados florecer y ser destruidos una cantidad indeterminada de veces. Ha asistido a su propio funeral y ha tenido que asesinar, incontables veces, a sus propios amigos y familiares. Se sugiere, además, que ha abandonado, más de una vez, realidades enteras para empezar de cero en otras y repetir el ciclo. Sus aventuras le han enseñado sobre la futilidad de la vida y falta de sentido intrínseco de la existencia. Como consecuencia, ha desarrollado un mecanismo de defensa llamado "aislamiento del afecto", descrito por McWilliams (2011) como una eliminación del significado emocional de las experiencias.


Rick posee un conocimiento privilegiado sobre los secretos del universo y la existencia que, lejos de llevarlo a una sabiduría trascendental, lo sumergen en un profundo nihilismo.

Si realmente no existe un Dios y si efectivamente, como Sarte (1946) planteaba, la existencia carece de sentido intrínseco sin importar cuánto luchemos contra nosotros mismos para convencernos de lo contrario, entonces este show desarrolla hasta el límite todas las implicancias del horror de esos vacíos existenciales en la psique humana. La serie explora temas como la banalidad de lo humano, la fragilidad de la vida, el sinsentido y la ambigüedad moral.


Rick aprendió a lidiar con el contexto descrito líneas arriba, desapegándose emocionalmente de la realidad y dedicándose a la bebida. En la evolución del personaje, no obstante, observamos como el amor por sus nietos le devuelve, por momentos, la capacidad de sentir y le otorga un propósito como mentor y protector.


Personajes secundarios como Jerry y Beth (padres de Morty) juegan un rol complementario, ya que le agregan un mayor contenido humano al contexto descrito. La pareja encarna algunos de los aspectos psicológicos presentes en las relaciones tormentosas. Su historia nos ofrece herramientas para reflexionar sobre distintas dinámicas de carácter patológico que pueden construirse entre dos personas que mantienen una relación, no para compartir su felicidad, sino para escapar de sus propios demonios. Los personajes mantienen una codependencia que evoca lo peor de cada uno, pero con la ganancia secundaria de mantener a sus peores tormentos en niveles tolerables. La relación de estos personajes es analizada con mayor detalle en el episodio 7 de la segunda temporada.


Es tal la densidad psicológica de los temas de la serie, que posiblemente el formato ideal para su desarrollo sea el de una comedia y no un drama ya que, en palabras de Frankl (1946) “en la existencia humana, el humor puede proporcionar el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque no sea más que por unos segundos”.

Observemos un momento la siguiente imagen:


En ella podemos encontrar a Rick habituado a los horrores del universo (aunque con ayuda de la bebida) y a Morty siendo traumado por estos mientras debe enfrentárseles a la fuerza. A su vez podemos percibir a Beth presionando a su esposo a "ser un hombre" y encargarse mientras él se paraliza por el miedo. Notaremos, también, a Summer (hermana de Morty) como observadora silenciosa de esta dinámica.

Finalmente, pese a que la historia está ambientada en un universo de ciencia ficción, notamos que presenta problemáticas muy similares a las de nuestro propio universo: la mediocridad, la vida desperdiciada, desigualdad social, autoritarismo, guerra, asesinatos, abuso sexual, etc. En muchos episodios podremos notar que ciertos planetas o dimensiones representan distintos abordajes a nuestros propios problemas sociales. Por ello resulta posible identificarse con Morty, quien como consecuencia de los viajes interdimensionales en compañía de su abuelo (posible metáfora de salir a descubrir el mundo tal y como es), va perdiendo su inocencia e idealismo y, progresivamente, se aproxima al desapego emocional y relativismo moral con el que, muchos, también debemos aprender a lidiar.

Es por las razones presentadas que el show “Rick y Morty” puede ser entendido como más que una simple comedia de ciencia ficción para adultos. Que el formato caricaturesco de la obra no genere confusión: es una obra de arte existencialista que ambienta sus reflexiones en un universo de ciencia ficción hostil e incierto. Un universo más parecido al nuestro de lo que, tal vez, nos gustaría aceptar. Vean la serie.

Referencias:

Frankl, V. (1991) [1946]. El hombre en busca de sentido. Editorial Herder: Barcelona.

McWilliams, N. (2011). Psychoanalytic Diagnosis, Second Edition: Understanding Personality Structure in the Clinical Process. The Guilford Press: New York.

Sartre, J. (2007) [1946]. El existencialismo es un humanismo. EDHASA: Barcelona.