sábado, 26 de septiembre de 2015

El Bananero y la filosofía: Cuando el placer es todo lo que importa

Quizá lo encuentres hilarante. Quizá no toleres sus videos. Pero probablemente hayas oído de él. El Bananero es un personaje creado y actuado por Adrián Nario, cuya primera aparición data, aproximadamente, del 2005. Originalmente, sus videos estaban dirigidos únicamente a sus amigos, pero su fama fue, de a pocos, escalando hasta ser el ícono de la vulgaridad que inspira memes como “¡Putas Harry!” o “¡Sabee!”. Una pregunta que uno podría hacer es ¿por qué algo, en apariencia, tan simple y burdo puede tener tal impacto en grupos tan grandes de personas? Quizá la respuesta se encuentre en el mismo personaje y lo que, para algunos, representa.


Asumiendo que las investigaciones recientes sobre felicidad (Seligman, Parks & Steen, 2004) guardan alguna correspondencia con la realidad, podemos decir que El Bananero parece haber captado algo. El placer es uno de los tres componentes de la felicidad (siendo el compromiso y el sentido los dos restantes). Sin embargo, su enfoque del placer parece estar más orientado a la Escuela Hedonista Cirenaica: los caprichos y deseos personales se satisfacen inmediatamente sin importar los intereses del resto (Feldman, 2006). 

Esta forma específica de hedonismo es algo que Stuart Mill (1863) podría haber objetado parcialmente. Ambos parecen coincidir en que el propósito de la vida es el placer, pero a diferencia de El Bananero, Mill establece distintas jerarquías de placer: las sensaciones, las emociones y el intelecto. El Bananero hace comedia a través de las aventuras de un sujeto que afronta la vida maximizando la estimulación de las sensaciones físicas, haciendo particular énfasis en lo sexual y lo grotesco. Esta rutina es una clara expresión de humor escatológico, caracterizado por la ridiculización de algo a través de recursos como la flatulencia, las heces u otras secreciones corporales y el sexo (Praeger, 2007). 


El estilo ya se ha utilizado antes. Por ejemplo, un personaje histórico que, para muchos, estuvo caracterizado, precisamente, por este tipo de humor fue Mozart. Simkin (1992) analizó un aproximado de cuatrocientas cartas escritas por el compositor y descubrió que una de cada diez contenía alusiones a defecación, flatulencia y a anatomía sexual. Lo escatológico está relacionado al uso del tabú para la relativización y ruptura del mismo.


¿Se han preguntado qué puede decir de nuestra cultura el éxito mediático de El Bananero y lo que puede representar?


Piensen en cuantos podrían identificarse rápidamente con una persona que se consagró al placer y se olvidó completamente de la normativa social para vivir como si, literalmente, no hubiese mañana. Tal vez uno se ría porque lo entiende y capta sutilmente todo lo que implica su actitud: "¿Espectáculos basura? ¿Gente mojigata? ¿Represión injustificada? ¿Hipocresía? ¡Al carajo! Yo me salgo".

Es viable, por ende, considerar a este personaje una parodia de los antivalores de la cultura occidental. Si bien no puede precisarse si esa es la intención consciente del autor detrás de los videos, sí es posible observar la presencia de ciertas temáticas a las que muchos de los fans responden favorablemente: El placer sin límites, el machismo, el desconocimiento total de la autoridad, la despreocupación por la opinión de los demás, el libertinaje y el abandono del autocontrol.


Así que ya saben: cuando alguien cuestione su calidad intelectual y sensibilidad al enterarse de que les gusta el humor de El Bananero, pueden contestar que es un crítico social que hace uso de la controversia para burlarse de muchas de las fuentes de frustración en la vida cotidiana.


Eso, o que es un gordo tragaleche hijo de las milputas con más suerte que orto de trolazo en concierto de Talía. ¡Sabeee!


Temas relacionados:

Puedes leer mi análisis filosófico de la banda de rock Rata Blanca aquí.

Puedes leer mi recopilación de estudios científicos sobre la felicidad aquí.

Puedes leer mi análisis académico sobre el programa de televisión peruano "Esto es Guerra" aquí.

Puedes leer mi análisis psicológico sobre los recursos humorísticos del comediante y actor peruano Carlos Alcántara aquí.


Referencias:

Feldman, F. (2006). Pleasure and the Good Life: Concerning the Nature, Varieties, and Plausibility of Hedonism. Oxford University Press.

Mill, J. (1863). El Utilitarismo. Tomado el 26 de Setiembre de http://www.ateismopositivo.com.ar/John%20Stuart%20Mill%20-%20El%20Utilitarismo.pdf

Praeger, D. (2007). Poop Culture: How America Is Shaped by Its Grossest National Product. Feral House: U.S.A.

Seligman, M., Parks, A., & Steen, T. (2004). A balanced psychology and a full life. Tomado el 22 de abril de 2010 de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1693422/pdf/15347529.pdf

Simkin, B. (1992). Mozart’s Scatological Disorder. British medical journal, 305,1563-1567.


miércoles, 23 de septiembre de 2015

"Chapa tu choro": El país de la anomia

Voy a empezar con una confesión: Cuando veo, en la televisión, que un ladrón es capturado y humillado públicamente, tengo flashbacks de las veces en las que fui asaltado. Los rostros de mis agresores, los cuales recuerdo vagamente, reemplazan imaginariamente a los de los ladrones siendo ajusticiados y un sentimiento culposo de placer me invade. Me imagino castigando, con mis propios puños, a quienes me pusieron un desarmador en la garganta y me hicieron sentir vulnerable e impotente mientras me tocaban y vaciaban los bolsillos. Durante días revivía una y otra vez la situación en mi cabeza, soñaba con eso y trabajaba de mal humor y a la defensiva. Que te roben es mucho más que perder un celular o una billetera. Es perder parte de tu autoestima y recordar tu vulnerabilidad en el día a día. Si yo me viese involucrado en una situación en la que pudiese castigar con toda mi furia a un agresor de aquellos, no sé qué haría.


Como ser humano, no tengo poderes morales más elevados que los de los demás y por ello no me siento con la autoridad para juzgar a quienes hacen lo que, probablemente, yo también haría en su situación. Sin embargo, como humanista, creo que es importante dar una advertencia: A nivel individual, la campaña de amedrentar públicamente delincuentes puede resultar muy catártica, pero a nivel social es un indicador alarmante de anomia que necesita ser atendido con urgencia. Recalco: urgencia.


Hablando en términos estrictamente racionales, considero fundamental ponerle fin a la campaña de “Chapa tu choro” por razones que explicaré en las siguientes líneas.

El aporte de esta campaña no es el de hacer que se castigue a los delincuentes extrajudicialmente. Eso ha venido pasando en sociedades medio feudales (como la nuestra) desde tiempos bíblicos. Su aporte es llevar a los medios de comunicación y redes sociales la legitimación explícita de estas prácticas con un posible aumento de las mismas como consecuencia. ¿Por qué me opongo a una práctica con la que yo mismo he fantaseado? Porque lo que es bueno para mi catarsis, puede ser muy malo para mi entorno.


El repetido argumento de que luego de que un delincuente es humillado y vejado públicamente, éste se reformará, me deja insatisfecho. Acepto la posibilidad de que haya quienes aprendan su lección y busquen otra forma de sobrevivir, pero todo indica que también habrá muchos que no tengan esa reacción. Puede haber excepciones, pero normalmente, cuando la actividad de un criminal en serie cesa súbitamente, suele ser por una de tres razones: ha cometido suicidio, está delinquiendo en otra ubicación geográfica o ha sido capturado (Douglas, 1995). Es a ellos y a sus agresores a quienes más temo.

Echarle la culpa a los pobres de su pobreza por tildarlos de mediocres, inmorales o vagos, es desconocer las causas más profundas de la pobreza extrema. Si la solución a la pobreza dependiese de los mismos pobres, las ONGs, los políticos, la ONU y los intelectuales no dedicarían tantos recursos al tema (Benítez, 2014). La pobreza no es la falta de dinero, sino una forma de socialización en la que la persona queda incapacitada para adaptarse y funcionar en la sociedad (Jensen, 2007). Los estudios en psicología social respaldan la hipótesis de Zimbardo (2007): No es la manzana podrida la que pudre a las demás, sino el barril contaminado el que pudre su contenido. Al respecto, Douglas (1995) expresa en sus trabajos sobre perfiles criminales que "la peligrosidad es situacional. Si uno mantiene a alguien en un ambiente bien ordenado donde éste no tiene que tomar decisiones, estará bien. Pero ponlo de vuelta en el ambiente donde delinquió anteriormente y su comportamiento puede cambiar rápidamente".


El robo no es únicamente un acto de aumentar tu patrimonio material a costa tomarlo sin consentimiento de su legítimo dueño. El robo puede ser, también, un acto de agresión contra un “otro” que es percibido como carente de valor humano. Robar, para muchos, puede ser visto como una expresión de la lucha por la supervivencia en un mundo que te exige riqueza y te niega el pan. Muchas personas no roban por ser ontológicamente inmorales, sino como una respuesta a frustraciones que empiezan en el hogar y ascienden a lo social.


Pongámonos en los zapatos de una persona que (tenga, o no, razón) está convencida de que no sirve para nada y que si no roba, no come.

Bajo la premisa de que no tiene otra opción más que robar o vivir de cachuelos que percibe como denigrantes, solo le queda adaptarse cuando surge una organización popular que se opone a lo que, para él, es su supervivencia. Deberá conseguir una mejor arma, organizarse en grupos, castigar a los que lastimen a uno de los suyos, asegurarse una zona donde él y sus cómplices puedan "ganarse la vida" tranquilos y ahuyentar por el medio que funcione a otros que quieran hacer uso de ese espacio. La hostilización de un entorno llama a la organización grupal para protegerse (Degregori, 2011). En otras palabras: están apareciendo condiciones que favorecen la creación de pandillas que, de pasar desatendidas, podrían salirse de control como fue el caso de, por ejemplo, Mara Salvatrucha en El Salvador o Barrio Azteca en México.


Es posible que la radicalización de algunas personas en estado de absoluto abandono pueda hacerse más notoria en el momento en que aceptan que eso que ven en la televisión nunca sería su futuro. Es lógico que aparezca una combinación de enojo hacia la sociedad por negarle rotundamente lo que tanto le regala a otros y odio hacia sí mismos por tener que haber sido una sobra viviente y creer que no puede hacerse nada para cambiarlo. Este, sin embargo, sigue siendo un análisis incompleto, ya que en aras de la simplificación ni siquiera estoy tomando  en cuenta variables como el abuso de sustancias, presencia de enfermedad mental en individuos influyentes, tipo de prensa más consumida en la zona, etc.

Por otro lado, la población enojada y radicalizada también puede ser un problema. Están creándose las condiciones ideales para que aparezca un líder carismático y canalice ese odio y deseo de violencia a alguna forma de organización política (como lo fue Sendero Luminoso en un principio) o paramilitar (como lo fueron las Autodefensas Unidas de Colombia).

Es complicado predecir lo que va a pasar, pero sí es viable señalar que, en el presente, se están creando condiciones similares a las que, en el pasado, han gestado pandillaje y terrorismo tanto en el Perú como en sociedades latinoamericanas relativamente similares. La experiencia ya nos ha enseñado que el aumento en la violencia ciudadana no crea deserción delincuencial, sino una mera adaptación a la nueva “clientela”.

Este artículo, sin embargo, no es un llamado a la población para que modere o se “moralice”. Sospecho que, ahora que ya empezó la campaña, ésta no se va a detener por sí sola. Este es un llamado a las autoridades para que tomen las precauciones mientras la situación aún no escale.

Aumentar el número de efectivos policiales y hacerlos menos flexibles con los delincuentes no es la solución al problema de la delincuencia, sino la herramienta que, temporalmente, contendrá al problema mientras, lentamente, se disuelven las raíces del mismo.

La verdadera lucha contra la delincuencia no la hacen las armas. La hacen los economistas planificando una redistribución realista y sostenible de la riqueza, los antropólogos y sociólogos identificando las necesidades reales de la población (Amat y León, 2006), los psicólogos previniendo o aliviando los efectos de la violencia (González, 1995), los maestros en las escuelas empoderando a los jóvenes para ser emprendedores (Beltrán & Seinfeld, 2012), los padres de familia brindando el afecto y cuidados (Douglas, 1995) y los empresarios creando espacios y oportunidades de desarrollo alternativos a la calle (Benítez, 2014).

A los que apoyan la campaña solo les digo: No los culpo, pero tengan cuidado para que el tiro no les salga por la culata y nos queme a todos. La desinformación es más peligrosa para la paz que cualquier grupo terrorista, porque, partiendo de las causas ficticias de un problema, solo te mantendrás ocupado en soluciones ficticias.


Referencias:

Amat y León, C. (2006). El Perú nuestro de cada día. Nueve ensayos para discutir y decidir. Lima: Universidad del Pacífico.

Beltrán, A; Seinfeld, J. (2012) La trampa educativa en el Perú: cuando la educación llega a muchos pero sirve a pocos. Lima: Universidad del Pacífico.

Benítez, C.(2014). ¿Por qué existe la pobreza en el Perú? La falta de espacios vitales, el subempleo y la miseria. Editorial San Marcos: Lima.

Degregori, C. (2011). El surgimiento de Sendero Luminoso. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Douglas, J., Olshaker, M.(1995). Mindhunter: Inside the FBI's elite serial crime unit. New York: Scribner.

González, R. (1995). El Niño Peruano: Cuadernos de Psicología III. Lima: Universidad de Lima.

Jensen, E. (2007). The effects of poverty on the brain. The science network. Recuperado el 7 de junio de 2013, en http://thesciencenetwork.org/docs/BrainsRUs/Effetcs%20of%20Poverty_Jensen.pdf

Zimbardo, P. (2007). The Luciffer Effect: Understanding how good people turn evil. New York: Random House.

Zimbardo, P. (2008). The psychology of evil. Recuperado el 13 de junio, 2014 de https://www.youtube.com/watch?v=OsFEV35tWsg

miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Qué es la muerte en términos científicos?

La muerte, definida por la RAE como “cesación o término de la vida”, ha fascinado a la humanidad desde sus inicios. Ha sido un tema frecuentemente abordado por la filosofía y prácticamente todas las religiones del mundo tienen una interpretación sobre su significado.

Es común encontrar en distintas culturas alrededor del mundo y a lo largo de la historia, que el tema de la muerte se vea, también, acompañado de creencias sobre la posibilidad de volver de ella o de continuar existiendo pese a ella. Por nombrar tan solo un par de ejemplos, los antiguos egipcios consideraban que existía otra vida después de la muerte, la cual solo podía ser disfrutada con el mismo cuerpo que uno utilizó durante su vida, razón por la que se le preservaba y enterraba con alimentos y utensilios. Durante la misma época, por otro lado, en la antigua Mesopotamia se creía que los seres humanos habían sido creados con una mezcla de arcilla y sangre de dios, por lo que eran parcialmente inmortales. Para ellos, el cuerpo moriría pero su conciencia continuaría existiendo sin éste (History, 2014).



Por otra parte, gracias a los avances de la ciencia, hoy en día nuestra comprensión de la muerte es muy distinta a las interpretaciones mitológicas. Para entender lo que es la muerte, sin embargo, necesitamos entender, primero, lo que es la vida.

La vida está contenida en los procesos biológicos continuos en los organismos compuestos exclusivamente de materia, la cual está regida por las mismas leyes físicas, ya sea que compongan un organismo vivo o un objeto inanimado.

Dentro de cada una de nuestras células constantemente están ocurriendo reacciones químicas potenciadas por la glucosa y el oxígeno que se utilizan para producir la molécula adenosín trifosfato (ATP, por sus siglas en inglés).

La molécula ATP les da la energía a las células para realizar sus procesos, tales como el crecimiento, la reproducción, reparación, etc. Estos procesos luchan constantemente por revertir un proceso físico natural llamado entropía, que constantemente separa, dispersa y fragmenta la materia si es que ésta no es empujada y mantenida en “su lugar”(Hayes, 2014).


Se necesita una gran cantidad de energía para producir las moléculas que componen un organismo, pero se necesita aún más energía para mantenerlas posicionadas en donde necesitan estar para que el sistema vivo funcione. Esto puede ser explicado en términos físicos mediante el segundo principio de la termodinámica: “En un sistema aislado la entropía siempre aumenta o, como mucho, permanece constante” (Pérez, 2012).

Ello quiere decir que para que un sistema se mantenga funcionando continuamente necesita recibir energía de una fuente externa, sea este sistema un motor, un ser vivo, una polea, un reloj, etc., de lo contrario, progresivamente irá deteriorándose en su funcionamiento hasta que este cese por completo.
La dispersión de la materia, o entropía, puede ser, también, entendida observando el calor.

Desde el punto de vista mecánico, el calor puede ser explicado como resultado del movimiento microscópico de los átomos y las moléculas que componen la materia. El calor puede ser representado como un movimiento veloz de las partículas, mientras que el frío como un movimiento lento. A mayor velocidad del movimiento de las partículas, mayor calor. A menor velocidad de movimiento, menor el calor o mayor el frío.

En la teoría molecular del calor los fenómenos termodinámicos tienen una interpretación mecánica sencilla. Por ejemplo, cuando ponemos en contacto un cuerpo caliente con otro frío las moléculas del cuerpo caliente reparten su energía cinética con las del cuerpo frío mediante los choques entre ambas. Las que se movían más rápido terminan moviéndose más lento y viceversa. Al final las temperaturas se igualan, lo que quiere decir que la velocidad promedio termina siendo la misma.

Dado que la entropía en los sistemas aislados se mantiene o aumenta hasta el límite, es viable postular que los sistemas tienden al estado de máxima entropía. Ello, no significa otra cosa que tender a su estado más probable. El siguiente ejemplo lo ilustrará:

Supongamos que tenemos cuatro bolas y dos cajas. Numeraremos cada una de las bolas del 1 al 4 y llamaremos a las cajas Caja A y Caja B. En la siguiente tabla se ilustran todas las formas posibles de distribuir las cuatro bolas en las dos cajas:



Notaremos que hay un total de 16 posibles combinaciones o estados posibles. Sin embargo, observamos en la tabla que el estado más probable es el de encontrar la mitad de las bolas en una caja y la otra mitad en la otra caja, es decir la dispersión más equitativa. Es factible realizar un simple cálculo matemático para demostrar que cuando el número total de bolas tiende a infinito, la probabilidad de la dispersión más equitativa tiende a 100%. Sean bolas o partículas, el fenómeno tenderá a ocurrir del mismo modo incluso si en lugar de dos cajas A y B tuviésemos una sola caja con un lado A y un lado B del mismo volumen cada uno.

El estado más probable es, por lo tanto, el de la distribución o dispersión equitativa de las partículas, así como su desintegración (por ser la dispersión de sus partes). La irreversibilidad de los procesos físicos (o improbabilidad de que las partículas se reordenen solas) es consecuencia de que el estado inicial de mínima dispersión es muy poco probable.

Dentro de un organismo vivo, el fenómeno de la entropía determina que las moléculas tiendan a disiparse en el espacio, trasladándose de áreas de alta concentración hacia áreas de baja concentración e incluso a descomponerse en moléculas más pequeñas que seguirán dispersándose.

Entonces, las células necesitan revertir la entropía constantemente para mantener al sistema vivo ordenado y organizado, por lo que siempre requieren oxígeno y glucosa que obtienen del medio externo. En otras palabras, los organismos necesitan constantemente obtener materia prima de la respiración y la ingesta de alimentos y líquidos para reemplazar los químicos ya utilizados en la reversión de la entropía, llamada también neguentropía (Ortiz, 2011).

El proceso en el que las células sucumben completamente a la entropía es lo que llevaría al organismo al estado que todos conocemos como "muerte". De hecho, algunos médicos prefieren referirse a la salud como la predominancia de la neguentropía en el cuerpo y a la enfermedad como la predominancia de la entropía en el cuerpo (íbid.).


Pero comprender la muerte a este nivel no es un mero adorno intelectual, sino un primer paso hacia lo que por milenios ha permanecido como una quimera.

La muerte, como proceso entrópico, teóricamente, puede ser revertido utilizando tecnología mecánica microscópica que coloque manualmente todas las moléculas de regreso en la posición original e inyectando ATP en todas las células al mismo tiempo, para que el organismo sencillamente, reinicie donde se quedó (Hayes, 2014). Si bien hasta la fecha de este trabajo la tecnología moderna no cuenta aún con las herramientas para llevar a la práctica dicha propuesta, una alternativa futura sería el desarrollo de nanorrobots que realizaran el trabajo.


Al pensar en los organismos vivos como materia con la propiedad de revertir temporalmente la entropía a costa de acelerarla en otro sistema con el que esté interrelacionada, la muerte solo es un estado físico producto de alguna interrupción física de dicho balance a nivel microscópico. Dicho balance puede ser recuperado mediante lo que, quizá, en un futuro podría llamarse “bioarquitectura molecular”. Si bien para muchos la muerte y sus causas podrían ser un misterio filosóficamente irresoluble, la historia parece sugerir que en la ciencia no hay misterios, sino acertijos.


Referencias:

Hayes, R. (2014). At what moment are you dead?  Recuperado el 1 de junio de 2015, de https://www.youtube.com/watch?v=5c6C3rHOdf8

History. (2014). History of Death: Death in ancient civilizations. Recuperado el 7 de junio de 2015, de http://www.history.co.uk/study-topics/history-of-death/death-in-ancient-civilisations

Ortiz, P. (2011). La explicación informacional. Centro de investigación Anastomosis: Lima.

Pérez, A. (2012). La teoría cuántica: La revolución de lo muy pequeño. EDITEC: España.

martes, 1 de septiembre de 2015

Un libro para descargar

Saludos. Normalmente no pondría libros de otros autores para descargar en mi página, pero en este caso se trata de una traducción al español de mi autoría. Les comparto una traducción al español que hice del libro de Noam Chomsky "Media Control". Es un material sobre algunas formas en las que los medios de comunicación pueden manipular las opiniones del público para que militen en favor de los intereses políticos y económicos de ciertas élites. Me pareció interesante y pensé que otros podrían aprovecharlo también.


Descárgalo sin costo aquí.

sábado, 29 de agosto de 2015

Sugerencias para mantener una conversación "profunda"

Saludos. Hoy los acompaño con una entrada breve y sin bibliografía. ¿Se han visto en una situación en la que les gustaría conocer mejor a una persona? Seguro han tenido buenas ideas y la conversación fluyó maravillosamente, pero también podría haberles ocurrido, alguna vez, que no ya no sabían bien qué preguntar o decir. Algunos pueden encontrar ese escenario bastante incómodo. He observado, además, que varios de mis pacientes han tenido, alguna vez, una que otra dificultad en este tema y, por ello, hemos explorado juntos algunas ideas para aliviar esa ansiedad.


En mi experiencia en la práctica clínica, he encontrado que hay ciertas preguntas que, casi como jugando, uno puede hacerle a una persona en un contexto social y suelen empezar algunas conversaciones interesantes. La idea no es pasar de una pregunta a la siguiente como en un cuestionario, sino detenerse a desarrollar y comentar sobre lo que se diga y lanzar la siguiente pregunta (en el orden que más apetezca, en realidad) cuando uno vea que encaje.

En fin, sin más detalles innecesarios les comparto las preguntas. Aunque no tengo evidencia empírica que pueda mostrarles para sustentar lo que les digo (siempre aclarando), en mi opinión, parece que si uno sabe prestar atención a los detalles, las respuestas a estas preguntas podrían decir mucho sobre la persona con quien uno conversa. Ojalá en algo les aporte y, por favor, duden y descártenlo si no les sirve.

  • ¿Qué título de algún libro podría describir la etapa de tu vida en la que te encuentras ahora y por qué? 
  • ¿Cuan cómodo/a estarías si revisase tu historial de Internet en este momento?
  • ¿Cómo te describirían tus amigos?
  • ¿Qué es la cosa de ti que más molesta a tus familiares?
  • ¿A dónde van tus pensamientos cuando estás solo/a sin nada que hacer durante un periodo prolongado de tiempo?
  • ¿Cómo te describiría alguien a quien, tal vez, no le agrades mucho?
  • Si, por alguna razón, estuvieses en la comisaría, ¿cuál crees que habría sido tu infracción más probable?
  • Si no pudieses ser una persona, ¿qué es lo que más/menos te gustaría ser y por qué?
  • ¿Qué cosa sobre ti te hace sentir orgulloso/a de ti mismo/a?

Y ya saben: prohibido juzgar a su interlocutor.

sábado, 22 de agosto de 2015

Filosofía y Rock & Roll: Rata Blanca y su mensaje de amor, fuerza y trascendencia

Yo tenía 16 años cuando escuché por primera vez una canción de Rata Blanca. En ese entonces, yo vivía en un contexto de música tonera y salsa que me veía forzado a tolerar (el reggaetón aún era algo novedoso y discreto). Aquella música me dejaba profundamente insatisfecho, porque sencillamente no sentía que mi historia estuviese siendo contada en esas letras de amor correspondido, diversión y baile. Fue, precisamente, en ese contexto de insatisfacción que las guitarras distorsionadas y voces raspadas resonaron con mi necesidad de rebelarme. ¿De rebelarme a qué? De adoptar gustos y costumbres que nada tenían que ver conmigo solo para encajar en un grupo. A aceptar un estilo de vida predeterminado de hedonismo y chisme y negarme a mí mismo.


No tenía idea de lo lejos que me llevaría aquella banda que, por primera vez, captó mi interés. Y es que antes de los libros, mi primer amor fue la música. Fue a través de la música que mi sensibilidad se vio tocada: pensé por primera vez en mi identidad, me hice consciente de lo que es la soledad, aprendí que no puedo encontrar el camino a mis metas, porque nadie más lo ha trazado aún y lo más importante: encontré fuerza en mis propias creencias. Sabía que no estaba solo.

Este primer paso en mi crecimiento personal lo di con la ayuda de Rata Blanca y, posteriormente, con la ayuda de otras bandas. Cuando estuve más involucrado en “la escena” hard rock, observé que mi entusiasmo era compartido por muchos otros. Uno, simplemente, no veía este trato solemne a la música en fans de otros géneros. Era una religión, un estilo de vida, un asunto de ser uno mismo o quedar fuera por posero y perder el derecho a llamarse un fan. Era una fuerza socializadora muy poderosa, ahora que lo pienso.

La música de Rata Blanca (como la de cualquier otro artista, en realidad), responde a una época y un contexto. Sus músicos crecieron en una Argentina teñida de militarismo, capitalismo “achorado” y violencia excesiva. Un contexto poco favorable para la individualidad, el arte y la estabilidad emocional. Fue a través de la música que estos rebeldes pelucones encontraron una herramienta de lucha que, al tener como fuente de enunciación su misma realidad, fomentaba la lectura y conceptualización de la misma. En otras palabras: eran cronistas y filósofos muy enojados con lo que estaban viviendo y dispuestos a hacer algo al respecto. La genialidad de la banda (y definitivamente la de muchas otras más) consiste en que su mensaje, si bien tiene un origen muy específico, puede aplicarse a otros contextos.

Un análisis relativamente extenso de las letras de la banda me llevó a identificar las siguientes temáticas:

La vida en el barrio (¿Quiénes somos?)
(Chico callejero, El bajo flores, Obsesión, El rey de la revolución, Historia de un muchacho, Volviendo a casa y Lluvia púrpura.)

Salvarse de la soledad y el abandono (¿Qué queremos?)
(La misma mujer, Solo para amarte, El sueño de la gitana, La leyenda del hada y el mago, mujer amante, Hombre de hielo, Noche sin sueños, Nada es fácil sin tu amor, Sombra inerte del amor, Sin tu amor nada existe, Vuelo nocturno, Ella, Abeja reina, Cuando la luz oscurece, La otra cara de la moneda, Aún estás en mis sueños, Blues, Mamma, Un día más un día menos, Cuando hoy es ayer, Pequeño ángel oscuro, Tan lejos de aquel sueño y Rock and Roll Hotel.)

La violencia, la ambición y la mediocridad (¿Qué se opondrá a nuestra meta?)
(Gente del sur, Basura, Asesinos, Cuarto Poder, Bajo control, Jerusalén, Patria, Fantasma azul, Máquina, La caja, Vieja Lucy, Anarquía, El gran rey del rock and roll,  Diario de una sombra y Señor espectro.)

Floreceremos por nuestra fuerza (¿Cómo lograremos nuestro objetivo?)
(El último ataque, el beso de la bruja, Rompe el hechizo, Haz tu jugada, Ángeles de acero, Guerrero del arco iris, Abrazando el rock and roll, Quizá empieces otra vez, Días duros, Agord la Bruja, Madame X, Pastel de rocas, Héroes, El amo del camino, Caballo salvaje, Índigo, Michell odia la oscuridad, El círculo de fuego, Endorfina, Si eres hijo del rock, No es nada fácil (ser vos), Buscando pelea, Rebelde y solitario y El jugador.)

Lo que es divino y solemne (¿De dónde viene nuestra fuerza?)
(El camino del sol, Los ojos del dragón, La boca del lobo, Herederos de la fe, Mr. Cósmico, Sinfonía fantástica, ¿En nombre de Dios?, La llave de la puerta secreta, Bajo el poder del Sol, Guitarra española, El reino olvidado, El guardián de la luz y Tormenta eléctrica.)

Es posible notar que su visión es la de un mundo frío y materialista que no hace más que realzar nuestra soledad. Sábato tuvo su propia manera de expresarlo: “El hombre padece efectivamente una soledad metafísica (...), pero es una condición eterna de su naturaleza, que solo podía serle revelada tal como la venía sufriendo en una sociedad poblada de signos y maquinas, una sociedad deshumanizada” (Leiva, 2012).

Al igual que el filósofo victoriano John Stuart Mill (1859), Rata Blanca predica la libertad individual. Ambos sostienen que las personas deben poder tener diferentes sentimientos y opiniones y que debe fomentarse que experimenten con distintos estilos de vida. Rata Blanca y Stuart Mill parecen coincidir en que uno no puede ser completamente feliz solo siguiendo reglas. Es un suicidio obedecer principios abstractos y arbitrarios que nada tienen que ver con nuestro bienestar.

Sin embargo, tal proyecto no resulta fácil en un mundo tan hostil y caótico. Para abrirse paso en esta jungla de agresiones, desapegos, mediocridades y distracciones, será necesaria toda nuestra fuerza para soportar sin derrumbarnos. Será necesario que seamos fuertes, valientes y muy resistentes. Básicamente, necesitaremos de lo que Nietzsche llamó la voluntad de poder (Vásquez, 2011). La voluntad de poder es nuestro motor principal. Es la avidez de lograr nuestras metas y la demostración de fuerza que nos permite posicionarnos donde, creemos, nos corresponde. Para ello tendremos que ser más que solo personas: necesitamos estar por encima del hombre mediocre, hacer nuestras propias reglas y ser consecuentes con ellas. La pregunta que queda por responder sería ¿de dónde sacaremos fuerza y motivación para mantenernos en nuestro sendero escogido? La respuesta la dio el mismo Nietzsche y la desarrolló Frankl (1946): "Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo".

La búsqueda de sentido y trascendencia es una respuesta clave a muchas de las angustias existenciales que nos paralizan. Dentro de esta temática, Rata Blanca parece recurrir con frecuencia a lo profético y a la revelación divina que impone un propósito inamovible por lo terrenal. Esto crea la sensación de ser respaldado, en última instancia, por poderes infinitamente superiores a los del monstruo al que enfrentamos. Algunos podrían interpretarlo como crear con la imaginación un aliado de poder equivalente al del adversario para consolarse frente la desigualdad de fuerzas. Otros podrán verlo, tal vez, como algo intuitivo en sí mismo. Dejando de lado la discusión de si tales poderes divinos son reales o fantaseados, la aceptación de los mismos parece resolver el problema en muchas personas y Rata Blanca, claramente, se encuentra entre los promotores de esa idea.


Finalmente, ya sea de manera intencional o casual, el mensaje de Rata Blanca sigue siendo tan relevante ahora como lo fue en sus inicios: Le duela a quien le duela, es a través de una moral propia y autónoma que nos liberaremos de la mediocridad que frena nuestro desarrollo personal.


Temas relacionados:

Puedes leer mi análisis filosófico de El Bananero aquí.

Puedes leer mi recopilación de estudios científicos sobre la felicidad aquí.


Referencias:

Frankl, V. (1946/1991). El hombre en busca de sentido. Editorial Herder: Barcelona.

Mill, J. (1859/2001). On liberty. Batoche Books: Ontario.

Sábato, E. (1977/2012). El túnel. Ediciones Cátedra: Madrid.

Vásquez, A. (2011). Nietzsche: De la voluntad de poder a la voluntad de ficción como postulado epistemológico. Recuperado el 22 de Agosto de 2015 de file:///C:/Users/user77/Downloads/Dialnet-NIETZSCHEDELAVOLUNTADDEPODERALAVOLUNTADDEFICCIONCO-4052835.pdf

viernes, 21 de agosto de 2015

Resultados de estudios y reflexiones sobre la felicidad

Saludos. En esta oportunidad me he tomado el trabajo de compartir un resumen de la información que he logrado recopilar sobre la felicidad. Está de más aclarar que las investigaciones no son de mi autoría, pero su recopilación en esta entrada, sí. Salvo el brevísimo análisis filosófico de El Señor de los Anillos, he procurado que toda la información tenga un respaldo científico o, al menos, válido dentro de ciertos rigores académicos. Por ello no están incluidas las opiniones de pensadores New Age, gurús, sacerdotes, profetas u otros líderes de opinión.

Ya que, por la naturaleza de su día a día, muchas personas no pueden darse el lujo de revisar tanto material bibliográfico, en lugar de escribir un artículo que conecte y relacione todos los puntos, lo he hecho fragmentado e inconexo a propósito para que el lector pueda saltearse las partes que desee. En este caso no colocaré la bibliografía en el formato usual al final, porque algunos de los libros, artículos o videos ya no los tengo a la mano y de ellos solo puedo recordar el autor y el título.



Según Seligman, Parks y Steen (Psicología Positiva)

La “felicidad” se considera una condición que está por encima y más allá de “la ausencia de infelicidad”.

La psicología positiva parte de la premisa de que es posible delimitar componentes de la felicidad e investigar empíricamente lo que los constituye. El estudio del tema llevó a identificar tres componentes de la felicidad:

  1. Placer (o sensaciones positivas): comportamiento hedonista, aprender a perdonar, a ser agradecido, mantener el ánimo una vez alcanzado y a ser optimista. Pueden tomarse atajos: drogas, masajes, chocolate.
  2. Compromiso: esfuerzo prolongado que progresivamente construye un resultado deseado difícil de alcanzar. No pueden tomarse atajos: participando en una gran conversación, reparando una bicicleta, leyendo un buen libro, enseñándole a un niño, tocando la guitarra o realizando satisfactoriamente una tarea difícil.
  3. Significado: sentido en la vida.

Se llama a la tendencia a buscar la felicidad por medio del placer como “la vida plácida” (the pleasent life), a la tendencia de buscar la felicidad por medio de las gratificaciones como “la buena vida” (the good life) y a la tendencia a buscar la felicidad por medio de la generatividad como “la vida con sentido” (the meaningful life).

Una persona que emplea las tres rutas para llegar a la felicidad, llega a la “vida plena” (full life).
Un ejercicio simple para incrementar las emociones positivas sobre el pasado:

Requiere que los individuos registren cada día por una semana, tres cosas buenas que les haya pasado y decir por qué ocurrieron. Las investigaciones revelan que después de completar este ejercicio, los sujetos eran más felices y menos depresivos tras el seguimiento de los tres meses (Seligman & Steen 2005).


Según Barry Schwartz (Paradox of choice, 2004)

Dado que mientras más grande sea nuestro costo de oportunidad, menos satisfechos estaremos con nuestras decisiones: 
  1. Estaríamos mejor si aceptásemos voluntariamente ciertas restricciones a nuestra libertad de elección, en lugar de rebelarnos contra ellas.
  2. Estaríamos mejor buscando lo que es “suficientemente bueno” en lugar de buscar lo mejor.
  3. Estaríamos mejor si bajásemos nuestras expectativas sobre los resultados de nuestras decisiones. 
  4. Estaríamos mejor si le prestásemos menos atención a lo que los otros a nuestro alrededor están haciendo.



Según David G. Myers (Pursuit of Happiness, 1993)

Los factores más importantes que contribuyen a una felicidad duradera son: 
  • Un cuerpo saludable.
  • Una buena autoestima.
  • El sentimiento de que tenemos control sobre nuestras vidas y nuestro tiempo.
  • El optimismo.
  • La extroversión.
  • Un trabajo estimulante y significativo (autonomía, complejidad y relación directa entre esfuerzo y resultados).
  • Ocasiones adecuadas para el descanso y el ocio.
  • Relaciones estrechas y alentadoras.
  • Un interés más allá de uno mismo.
  • Un compromiso espiritual que nos proporcione esperanza, sentido de propósito, y apoyo y servicio comunitario.

Datos recopilados por Myers en el mismo trabajo:
  • Los estudiantes universitarios más felices son los que se sienten satisfechos con su vida amorosa.
  • Quienes disfrutan de amistades íntimas tienen una mayor capacidad para hacer frente a situaciones difíciles como la pérdida de un ser querido, el desempleo o la enfermedad.
  • Los alumnos universitarios que afirman preferir el éxito profesional y un salario alto a tener amigos cercanos y un matrimonio unido tienen el doble de probabilidades que sus compañeros de describirse a sí mismos como personas “bastante” o “muy” infelices.
  • Las personas afirman sentir un mayor bienestar cuando cuentan con la ayuda y estímulo de amigos y familiares que respaldan sus metas y se interesan por ellas con frecuencia.
  • Cuando se pregunta a la gente qué necesita para ser feliz, la mayoría menciona (antes que cualquier otra cosa) una relación estrecha y satisfactoria con su familia, amigos o pareja.


Las seis claves de la felicidad de Tolkien según Gregory Bassham (El Señor de los Anillos y la filosofía, 2010)
  1. Disfrutar de las cosas sencillas.
  2. Resta importancia a tus problemas.
  3. Implícate personalmente:  el compartir un sentido de pertenencia con otras personas y el formar lazos estrechos en los que apoyarse, fomenta acciones nobles, proporciona refugio y consuelo cuando el infortunio golpea y constituye una guía para los jóvenes y una ayuda para los ancianos. 
  4. Cultiva un buen carácter: no se nace con uno.  Se necesita disciplina para entrenar y moldear la paciencia y el buen humor.
  5. Ama la belleza y créala.
  6. Redescubre la maravilla.

Recomiendo este libro.

El aporte de Fordyce

Fordyce realizó distintos estudios experimentales (1980, 1981, 1984) y en base a ellos propone 14 fundamentos para ser más felices:

1.       Ser más activo y mantenerse ocupado.
2.       Pasar más tiempo en actividades sociales.
3.       Ser productivo en un trabajo que recompense.
4.       Organizarse mejor.
5.       Dejar de preocuparse.
6.       Disminuir las expectativas y las aspiraciones.
7.       Desarrollar un pensamiento positivo, optimista.
8.       Orientarse hacia el presente.
9.       Conocerse, aceptarse y tener una imagen buena de sí mismo.
10.   Tener una personalidad sociable.
11.   Ser uno mismo.
12.   Eliminar las tensiones negativas.
13.   Establecer relaciones íntimas; y
14.   Comprometerse con la felicidad.


Los 10 hábitos más comunes en las parejas felices según Goulston (What does it take to be happy in a relationship?, 2009)
  1. Van a la cama a la misma hora.
  2. Cultivan intereses comunes.
  3. Caminan de la mano o uno junto al otro.
  4. Hacen de la confianza y el perdón su estilo por defecto.
  5. Se enfocan más en lo que su pareja hace bien que en lo que hace mal.
  6. Se abrazan al reencontrarse después del trabajo.
  7. Se dicen “te amo” y “que tengas un buen día” en las mañanas.
  8. Se dicen buenas noches independientemente de cómo se sienten.
  9. Se llaman o envían un pequeño mensaje durante el día.
  10. Se sienten orgullosos de estar con su pareja.


Características de los hogares en los que se crían personas infelices (Entrevista a Hinderk Meiners Emrich referente a los detonadores de enfermedades mentales como la psicosis, 2003)

  • Se fomenta y predomina la presión (exigencia autoritaria).
  • La producción cuenta por encima de todas las cosas.
  • Hay pocas relaciones interpersonales.
  • Existe la noción de lo que ahora está permitido puede estar prohibido en ese mismo instante.
  • Da igual todo lo que se haga, siempre se estará mal.



Características individuales de personas que difícilmente logran ser felices (Albert Ellis, Práctica de la terapia Racional Emotiva, 1987)
  • Presentan sentimientos de grandiosidad.
  • Culpan a otros por su sufrimiento.
  • Confunden firmeza y seguridad en sí mismos con inflexibilidad y rehusarse a cambiar de creencias.
  • Suelen ser excesivamente rebeldes.
  • Tienen dificultad para organizarse.
  • No toman acción.
  • Tienen baja tolerancia a la frustración.
  • Demandan que el mundo cambie antes que ellos.


Premisas frecuentemente implícitas en el razonamiento de personas que sufren sin saber por qué (ITRE, 2015):

  1. “Es una necesidad imprescindible el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa en mi vida”.
  2. “Para considerarme a mí mismo valioso debo ser muy competente, autosuficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles”.
  3. “Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y debe ser culpabilizada, expuesta y castigada por su maldad”.
  4. “Es terrible e inaceptable que las cosas no vayan por el camino que uno quiere”.
  5. “Mi sufrimiento es producto de causas externas a mí sobre las cuales tengo muy poca o ninguna capacidad de control”.
  6. “Solo podemos protegernos de lo que es o puede ser peligroso, estando constantemente alertas a la posibilidad de que esto ocurra”.
  7. “Es más fácil evitar las dificultades que afrontarlas”.
  8. “Se necesita siempre a alguien más fuerte o mejor que uno en quien confiar para estar seguros”.
  9. "Mi historia pasada determina decisivamente mi conducta actual, por lo tanto mis errores del pasado me conmocionarán indefinidamente”.
  10. “Soy una mala persona si no me preocupo por los problemas y perturbaciones de los demás”.
  11. “Existe invariablemente una solución  precisa,  correcta y perfecta para cada problema, la cual ya está ahí esperando a ser descubierta. No encontrarla equivale a falta de capacidad”.

Experiencia sobre objetos (Kumar & Gilovich, To feel happier, talk about experiences, not things, 2013)

Los experimentos de Kumar y Gilovich mostraron que las personas obtenemos un placer más duradero de las experiencias que vivimos que de los objetos que adquirimos. Las experiencias viven en nuestros recuerdos y en las historias que contamos, mientras que los bienes materiales "desaparecen" cuando inevitablemente nos acostumbramos a ellos.

Las personas suelen estar más inclinadas a hablar de sus experiencias que de sus compras materiales. Los bienes adquiridos dejan de satisfacernos pronto por las comparaciones que tendemos a hacer con los bienes de otros y, también, por nuestra capacidad de adaptación, que hace que enseguida nos acostumbremos a lo nuevo.

Por ello, la obtención de bienes materiales debe estar condicionada a potenciar experiencias, no a ser la experiencia en sí misma. Por ejemplo un televisor de pantalla plana termina volviéndose la experiencia en sí misma en la medida en que nos acostumbremos a ver televisión, pero un par de botas que usemos para escalar una montaña son un bien que potencia la experiencia.

La forma de diferenciar un tipo de bien del otro es si este se torna descartable después de la experiencia o imprescindible. Si es descartable, fue la experiencia lo que valió. Después de ver un partido de futbol uno no suele desechar el televisor.


Algunos resultados de otras investigaciones

  • Menos cosas materiales equivale a menos ataduras físicas que restrinjan decisiones relacionadas a la libertad. (Graham Hill, Less stuff, more happiness; 2011)
  • Durante 7 años de investigación, St. John realizó 500 entrevistas a magnates, actores famosos y personas consideradas “exitosas” en sus ramas y entre los aspectos comunes a todos, descubrió que eliminando distracciones y dedicando muchos recursos a pocas metas se obtienen mejores resultados que dedicando pocos recursos a muchas metas. En otras palabras, hay que elegir entre ser excepcionalmente bueno en una cosa o ser regular en todo. (Richard St. John, The importance of focus; 2013)
  • Newberg y d’Aquili  utilizaron una SPECT (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotones Individuales) para conseguir imágenes cerebrales de monjes tibetanos en estado de meditación y de monjas franciscanas en plena plegaria para descubrir lo que ocurre en nuestros cerebros cuando sentimos que nos hemos conectado espiritualmente con lo sacro. Descubrieron que la corteza prefrontal, el foco de nuestra atención, mostraba una alta actividad. Se observó, a su vez, que un grupo de neuronas en el lóbulo parietal superior hacia las partes superior y trasera del cerebro habían disminuido considerablemente su actividad. Esta región es llamada también “área de orientación asociación”, en vista de que procesa información sobre espacio tiempo y la orientación del cuerpo en el espacio. Esto quiere decir que la región que permite que sepamos donde acaba el cuerpo y empieza el resto del mundo se vio inhibida, provocando la sensación de un cuerpo infinito o disperso y diluido en un todo. En otras palabras, estados de profunda meditación bien entrenada pueden generar sensaciones de bienestar  que por su intensidad, han recibido interpretaciones sacras: los monjes budistas lo interpretan como “ser uno con el cosmos”, mientras que las monjas franciscanas lo consideran “estar con Dios”. (Joan Costa Bou, Algunas reflexiones sobre la Neuroteología; 2001)
  • Las personas suelen encontrar mayor satisfacción cuando toman decisiones irreversibles que cuando toman decisiones reversibles, sin embargo dos tercios de las personas tienden a preferir decisiones reversibles porque creen que mientras más opciones tengan mejor estarán. (Dan Gilbert, The surprising science of happiness, 2012)
  • El foco de búsqueda de satisfacción varía dependiendo de las etapas de la vida en la que nos encontremos (Erik Erikson, El ciclo vital completado, 2000)

-          Adolescencia: identidad
-          Adultez temprana: relaciones íntimas y genuinas
-          Adultez media: capacidad de producir algo valioso y duradero
-          Adultez tardía: sentido y satisfacción con el pasado


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