Yo tenía 16 años cuando escuché por primera vez una canción
de Rata Blanca. En ese entonces, yo vivía en un contexto de música tonera y
salsa que me veía forzado a tolerar (el reggaetón aún era algo novedoso y
discreto). Aquella música me dejaba profundamente insatisfecho, porque
sencillamente no sentía que mi historia estuviese siendo contada en esas letras
de amor correspondido, diversión y baile. Fue, precisamente, en ese contexto de
insatisfacción que las guitarras distorsionadas y voces raspadas resonaron con
mi necesidad de rebelarme. ¿De rebelarme a qué? De adoptar gustos y costumbres
que nada tenían que ver conmigo solo para encajar en un grupo. A aceptar un
estilo de vida predeterminado de hedonismo y chisme y negarme a mí mismo.
No tenía idea de lo lejos que me llevaría aquella banda que,
por primera vez, captó mi interés. Y es que antes de los libros, mi primer amor
fue la música. Fue a través de la música que mi sensibilidad se vio tocada:
pensé por primera vez en mi identidad, me hice consciente de lo que es la soledad,
aprendí que no puedo encontrar el camino a mis metas, porque nadie más lo ha
trazado aún y lo más importante: encontré fuerza en mis propias creencias.
Sabía que no estaba solo.
Este primer paso en mi crecimiento personal lo di con la
ayuda de Rata Blanca y, posteriormente, con la ayuda de otras bandas. Cuando
estuve más involucrado en “la escena” hard rock, observé que mi entusiasmo era
compartido por muchos otros. Uno, simplemente, no veía este trato solemne a la
música en fans de otros géneros. Era una religión, un estilo de vida, un asunto
de ser uno mismo o quedar fuera por posero y perder el derecho a llamarse un
fan. Era una fuerza socializadora muy poderosa, ahora que lo pienso.
La música de Rata Blanca (como la de cualquier otro artista,
en realidad), responde a una época y un contexto. Sus músicos crecieron en una
Argentina teñida de militarismo, capitalismo “achorado” y violencia excesiva.
Un contexto poco favorable para la individualidad, el arte y la estabilidad
emocional. Fue a través de la música que estos rebeldes pelucones encontraron
una herramienta de lucha que, al tener como fuente de enunciación su misma
realidad, fomentaba la lectura y conceptualización de la misma. En otras
palabras: eran cronistas y filósofos muy enojados con lo que estaban viviendo y
dispuestos a hacer algo al respecto. La genialidad de la banda (y
definitivamente la de muchas otras más) consiste en que su mensaje, si bien
tiene un origen muy específico, puede aplicarse a otros contextos.
Un análisis relativamente extenso de las letras de la banda me llevó a identificar
las siguientes temáticas:
La vida en el barrio
(¿Quiénes somos?)
(Chico callejero, El
bajo flores, Obsesión, El rey de la revolución, Historia de un muchacho, Volviendo
a casa y Lluvia púrpura.)
Salvarse de la
soledad y el abandono (¿Qué queremos?)
(La misma mujer, Solo
para amarte, El sueño de la gitana, La leyenda del hada y el mago, mujer
amante, Hombre de hielo, Noche sin sueños, Nada es fácil sin tu amor, Sombra
inerte del amor, Sin tu amor nada existe, Vuelo nocturno, Ella, Abeja reina, Cuando
la luz oscurece, La otra cara de la moneda, Aún estás en mis sueños, Blues,
Mamma, Un día más un día menos, Cuando hoy es ayer, Pequeño ángel oscuro, Tan
lejos de aquel sueño y Rock and Roll Hotel.)
La violencia, la
ambición y la mediocridad (¿Qué se opondrá a nuestra meta?)
(Gente del sur, Basura, Asesinos, Cuarto Poder, Bajo control, Jerusalén, Patria,
Fantasma azul, Máquina, La caja, Vieja Lucy, Anarquía, El gran rey del rock and
roll, Diario de una sombra y Señor
espectro.)
Floreceremos por nuestra
fuerza (¿Cómo lograremos nuestro objetivo?)
(El último ataque, el
beso de la bruja, Rompe el hechizo, Haz tu jugada, Ángeles de acero, Guerrero del arco iris,
Abrazando el rock and roll, Quizá empieces otra vez, Días duros, Agord la
Bruja, Madame X, Pastel de rocas, Héroes, El amo del camino, Caballo salvaje,
Índigo, Michell odia la oscuridad, El círculo de fuego, Endorfina, Si eres hijo
del rock, No es nada fácil (ser vos), Buscando pelea, Rebelde y solitario y El
jugador.)
Lo que es divino y
solemne (¿De dónde viene nuestra fuerza?)
(El camino del sol,
Los ojos del dragón, La boca del lobo, Herederos de la fe, Mr. Cósmico,
Sinfonía fantástica, ¿En nombre de Dios?, La llave de la puerta secreta, Bajo
el poder del Sol, Guitarra española, El reino olvidado, El guardián de la luz y
Tormenta eléctrica.)
Es posible notar que su visión es la de un
mundo frío y materialista que no hace más que realzar nuestra soledad. Sábato tuvo su propia manera de expresarlo: “El hombre padece
efectivamente una soledad metafísica (...), pero es una condición eterna de su
naturaleza, que solo podía serle revelada tal como la venía sufriendo en una
sociedad poblada de signos y maquinas, una sociedad deshumanizada” (Leiva, 2012).
Al igual que el filósofo victoriano John Stuart Mill (1859),
Rata Blanca predica la libertad individual. Ambos sostienen que las personas
deben poder tener diferentes sentimientos y opiniones y que debe fomentarse que
experimenten con distintos estilos de vida. Rata Blanca y Stuart Mill parecen
coincidir en que uno no puede ser completamente feliz solo siguiendo reglas. Es
un suicidio obedecer principios abstractos y arbitrarios que nada tienen que
ver con nuestro bienestar.
Sin embargo, tal proyecto no resulta fácil en un mundo tan
hostil y caótico. Para abrirse paso en esta jungla de agresiones, desapegos,
mediocridades y distracciones, será necesaria toda nuestra fuerza para soportar
sin derrumbarnos. Será necesario que seamos fuertes, valientes y muy
resistentes. Básicamente, necesitaremos de lo que Nietzsche llamó la voluntad
de poder (Vásquez, 2011). La voluntad de poder es nuestro motor principal. Es
la avidez de lograr nuestras metas y la demostración de fuerza que nos permite posicionarnos
donde, creemos, nos corresponde. Para ello tendremos que ser más que solo personas:
necesitamos estar por encima del hombre mediocre, hacer nuestras propias reglas
y ser consecuentes con ellas. La pregunta que queda por responder sería ¿de
dónde sacaremos fuerza y motivación para mantenernos en nuestro sendero
escogido? La respuesta la dio el mismo Nietzsche y la desarrolló Frankl (1946): "Quien
tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo".
La búsqueda de sentido y trascendencia es una respuesta
clave a muchas de las angustias existenciales que nos paralizan. Dentro de esta
temática, Rata Blanca parece recurrir con frecuencia a lo profético y a la
revelación divina que impone un propósito inamovible por lo terrenal. Esto crea
la sensación de ser respaldado, en última instancia, por poderes infinitamente
superiores a los del monstruo al que enfrentamos. Algunos podrían interpretarlo
como crear con la imaginación un aliado de poder equivalente al del adversario para
consolarse frente la desigualdad de fuerzas. Otros podrán verlo, tal vez, como
algo intuitivo en sí mismo. Dejando de lado la discusión de si tales poderes divinos
son reales o fantaseados, la aceptación de los mismos parece resolver el
problema en muchas personas y Rata Blanca, claramente, se encuentra entre los
promotores de esa idea.
Finalmente, ya sea de manera intencional o casual, el
mensaje de Rata Blanca sigue siendo tan relevante ahora como lo fue en sus
inicios: Le duela a quien le duela, es a través de una moral propia y autónoma
que nos liberaremos de la mediocridad que frena nuestro desarrollo personal.
Temas relacionados:
Puedes leer mi análisis filosófico de El Bananero aquí.
Puedes leer mi recopilación de estudios científicos sobre la felicidad aquí.
Referencias:
Puedes leer mi análisis filosófico de El Bananero aquí.
Puedes leer mi recopilación de estudios científicos sobre la felicidad aquí.
Referencias:
Frankl, V. (1946/1991). El
hombre en busca de sentido. Editorial Herder: Barcelona.
Mill, J. (1859/2001). On liberty. Batoche Books: Ontario.
Sábato, E. (1977/2012). El
túnel. Ediciones Cátedra: Madrid.
Vásquez, A. (2011). Nietzsche:
De la voluntad de poder a la voluntad de ficción como postulado epistemológico.
Recuperado el 22 de Agosto de 2015 de
file:///C:/Users/user77/Downloads/Dialnet-NIETZSCHEDELAVOLUNTADDEPODERALAVOLUNTADDEFICCIONCO-4052835.pdf
Que genial redacción, muchas gracias por compartir!
ResponderBorrarMuy buena la vision sobre una banda excepcional. Pregunta de dnd sacan las palabras de la divinidad?
ResponderBorrarMuchas gracias por tomarte el tiempo de hacer tan profundo análisis, muy valioso para conocer mas a fondo esta fantástica banda! me encantó! saludos desde Colombia.
ResponderBorrar