Quizá lo encuentres hilarante. Quizá no toleres sus videos. Pero
probablemente hayas oído de él. El Bananero es un personaje creado y actuado
por Adrián Nario, cuya primera aparición data, aproximadamente, del 2005. Originalmente, sus videos estaban dirigidos únicamente a sus amigos, pero su fama
fue, de a pocos, escalando hasta ser el ícono de la vulgaridad que inspira
memes como “¡Putas Harry!” o “¡Sabee!”. Una pregunta que uno podría hacer es ¿por
qué algo, en apariencia, tan simple y burdo puede tener tal impacto en grupos
tan grandes de personas? Quizá la respuesta se encuentre en el mismo personaje
y lo que, para algunos, representa.
Asumiendo que las investigaciones recientes sobre felicidad
(Seligman, Parks & Steen, 2004) guardan alguna correspondencia con la
realidad, podemos decir que El Bananero parece haber captado algo. El placer es
uno de los tres componentes de la felicidad (siendo el compromiso y el sentido
los dos restantes). Sin embargo, su enfoque del placer parece estar más orientado
a la Escuela Hedonista Cirenaica: los caprichos y deseos personales se satisfacen
inmediatamente sin importar los intereses del resto (Feldman, 2006).
Esta forma específica de hedonismo es algo que
Stuart Mill (1863) podría haber objetado parcialmente. Ambos parecen coincidir
en que el propósito de la vida es el placer, pero a diferencia de El Bananero,
Mill establece distintas jerarquías de placer: las sensaciones, las emociones y
el intelecto. El Bananero hace comedia a través de las aventuras de un sujeto
que afronta la vida maximizando la estimulación de las sensaciones físicas, haciendo particular énfasis en lo sexual y lo grotesco. Esta rutina es una clara expresión de humor escatológico,
caracterizado por la ridiculización de algo a través de recursos como la
flatulencia, las heces u otras secreciones corporales y el sexo (Praeger, 2007).
El estilo ya se ha utilizado antes. Por ejemplo, un personaje histórico que,
para muchos, estuvo caracterizado, precisamente, por este tipo de humor fue
Mozart. Simkin (1992) analizó un aproximado de cuatrocientas cartas escritas
por el compositor y descubrió que una de cada diez contenía alusiones a
defecación, flatulencia y a anatomía sexual. Lo escatológico está relacionado
al uso del tabú para la relativización y ruptura del mismo.
¿Se han preguntado qué puede decir de nuestra cultura el
éxito mediático de El Bananero y lo que puede representar?
Piensen en cuantos podrían identificarse rápidamente con una
persona que se consagró al placer y se olvidó completamente de la normativa
social para vivir como si, literalmente, no hubiese mañana. Tal vez uno se ría
porque lo entiende y capta sutilmente todo lo que implica su actitud:
"¿Espectáculos basura? ¿Gente mojigata? ¿Represión injustificada? ¿Hipocresía?
¡Al carajo! Yo me salgo".
Es viable, por ende, considerar a este personaje una parodia
de los antivalores de la cultura occidental. Si bien no puede precisarse si esa
es la intención consciente del autor detrás de los videos, sí es posible observar
la presencia de ciertas temáticas a las que muchos de los fans responden
favorablemente: El placer sin límites, el machismo, el desconocimiento total de
la autoridad, la despreocupación por la opinión de los demás, el libertinaje y el
abandono del autocontrol.
Así que ya saben: cuando alguien cuestione su calidad
intelectual y sensibilidad al enterarse de que les gusta el humor de El
Bananero, pueden contestar que es un crítico social que hace uso de la
controversia para burlarse de muchas de las fuentes de frustración en la vida
cotidiana.
…
Eso, o que es un gordo tragaleche hijo de las milputas con más
suerte que orto de trolazo en concierto de Talía. ¡Sabeee!
Temas relacionados:
Puedes leer mi análisis filosófico de la banda de rock Rata Blanca aquí.
Puedes leer mi recopilación de estudios científicos sobre la felicidad aquí.
Puedes leer mi análisis académico sobre el programa de televisión peruano "Esto es Guerra" aquí.
Puedes leer mi análisis psicológico sobre los recursos humorísticos del comediante y actor peruano Carlos Alcántara aquí.
Referencias:
Feldman, F. (2006). Pleasure and the Good
Life: Concerning the Nature, Varieties, and Plausibility of Hedonism.
Oxford University Press.
Mill, J. (1863). El
Utilitarismo. Tomado el 26 de Setiembre de
http://www.ateismopositivo.com.ar/John%20Stuart%20Mill%20-%20El%20Utilitarismo.pdf
Praeger,
D. (2007). Poop Culture: How America Is
Shaped by Its Grossest National Product. Feral House: U.S.A.
Seligman,
M., Parks, A., & Steen, T. (2004). A
balanced psychology and a full life. Tomado el 22 de abril de 2010
de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1693422/pdf/15347529.pdf
Simkin, B.
(1992). Mozart’s Scatological Disorder.
British medical journal, 305,1563-1567.