domingo, 22 de noviembre de 2015

Fórmula Mohawk Valley: Una técnica de manipulación mediática

La manipulación mediática o uso deliberado de los medios de comunicación para forzar opiniones en el público general, muchas veces contrarias a sus intereses, es un tema serio que amerita ser expuesto en todas sus dimensiones.

Diezhandino (2007) nos explica que la relación entre libertad de prensa y erradicación de la pobreza fue el tema del UNESCO World press freedom day, llevado a cabo en Sri Lanka del 1 al 3 de mayo de 2006. De manera resumida, las conclusiones esbozan lo siguiente:
  • Cuando la gente no tiene voz en el escenario público o acceso a la información sobre temas que afectan a sus vidas, o cuando sus preocupaciones no se reflejan razonablemente en los medios, el desarrollo tiende a ser saboteado y desastres como, por ejemplo, la hambruna tienen menos posibilidades de ser evitados.
  • La falta de acceso a la comunicación elimina la capacidad de los pobres de participar en los procesos democráticos y por ende, los aísla y los excluye del desarrollo, dejándolos a su suerte.
  • A menos que los medios de comunicación sean realmente fiscalizadores del interés del conjunto de la población de los países en vías de desarrollo y no solamente de aquellos que representan un mercado para los publicistas; la gente morirá en cientos de millones.

Aclarada la importancia de informarse al respecto, en esta oportunidad solo me referiré a una técnica de manipulación mediática muy común, llamada “Fórmula Mohawk Valley”, para permitir al lector un vistazo a la punta del iceberg.


Nuestra historia empieza en Estados Unidos, a mediados de los años 30. La clase obrera estadounidense ganó su primera victoria legislativa: Ahora tenían el derecho a organizarse mediante la Ley de Wagner. Esto se consideró una crisis en el viejo arte de manipular la opinión pública por dos razones: Por un lado, la turba estaba encontrando la manera de utilizar la democracia para ganar victorias legislativa, lo cual perjudicaba a los empresarios que utilizaban la democracia a favor de sus intereses. Por otro, esta victoria había hecho posible que la gente se organizase. Para los inversionistas y hombres de negocios, era necesario desarrollar una herramienta que pudiese contrarrestar los efectos de la organización popular. En general, las huelgas y los sindicatos son malos para las inversiones privadas, por lo que la comunidad empresarial invierte colosales sumas de dinero, atención e ideas en cómo lidiar con esos problemas (Chomsky, 1997).


El primer intento de desarmar una huelga con éxito fue realizado entre 1936 y 1937. Se desató una huelga protagonizada por los trabajadores de la industria del acero de Pennsylvania. El sector empresarial puso a prueba su más reciente arma: no consistía en escuadrones de matones ni en el uso de la amenaza, sino en técnicas más efectivas y sutiles de propaganda. La clave era tornar al público en contra de los huelguistas, presentarlos como disruptivos, dañinos para la sociedad y los intereses comunes. Según Blumenthal (1939) la batalla de la propaganda para derrotar a una huelga no empieza con el inicio de la misma (salvo que ésta haya surgido súbitamente y de improviso), sino con anticipación. La huelga ya estaba anunciada de adelanto, y la Industria del Acero puso su plan en marcha, también, de antemano. El 1 de Julio de 1936, en 382 periódicos en 34 estados, habiendo invertido 114,000 dólares, dirigieron un artículo titulado “Al público y a los empleados de la Industria del Acero” que decía (íbid.):
Una campaña para sindicalizar a los empleados de la Industria del Acero ha sido anunciada. (…) Personas y organizaciones no vinculadas con la industria se han hecho cargo de la campaña. Hay demasiados indicios perturbadores de que los promotores de la campaña usarán la coerción y la intimidación.
La idea era crear en el público una idea de “nosotros y ellos”. Al plantear que “nosotros”, el empresario, el obrero, el ama de casa, tenemos intereses comunes que se ven amenazados por “ellos”. A ese “ellos” se le podía dar el rostro del monstruo que más miedo diese: judíos, comunistas, rusos, terroristas, seguidores de tal opositor político o lo que funcionase. Como lo describe Chomsky (1997), el mensaje es:
Queremos estar juntos y tener cosas como armonía, americanismo y trabajar juntos. Entonces aparecen por ahí estos malvados huelguistas que son disruptivos y están causando problemas y rompiendo la armonía y violando el americanismo. Tenemos que detenerlos para poder vivir todos juntos. El ejecutivo corporativo y el sujeto que limpia el suelo tienen los mismos intereses. Podemos trabajar juntos y trabajar por el americanismo en armonía, agradándonos mutuamente.
Se nombró a esto la Fórmula Mohawk Valley y se aplicó una y otra vez para romper huelgas con notorio éxito.

Dicha fórmula, originalmente creada en Estados Unidos, ha sido exportada a otros países. Créase o no, el uso de esta fórmula por parte del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas contribuyó a la creación de Sendero Luminoso. ¿No lo creen? Revisemos el contexto:

A principios del siglo XX, el desarrollo del capitalismo en el Perú y la influencia económica de potencias extranjeras, afectaron a la región de Ayacucho de manera negativa. Ya que la región no poseía ningún recurso que resultara de especial interés para el capital extranjero o nacional; no surgió allí algún núcleo económico con la suficiente fuerza para articularse a los sectores de punta de la economía nacional. A esta situación había que agregarle, además de la pobreza, la explotación terrateniente, la opresión servil y la discriminación étnica en la zona.

Fue en este espacio y contexto que se fundó La Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, lo que puso en el mapa a la región y agilizó su economía y educación. Sin embargo, cuando la educación permitió que la población de la zona se hiciera un poco más consciente de su situación, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas consideró que la universidad era foco de subversión y trató de asfixiarla económicamente.


Las protestas no tardaron en llegar y el gobierno respondió precisamente con la Fórmula Mohawk Valley.

Por ejemplo, el lunes de Junio de 1969, Expreso, uno de los principales diarios limeños, publicó un artículo con términos ambiguos pero severos sobre los acontecimientos en Ayacucho. El artículo, titulado "Conspiración", habla de "Intereses contrarios a los de la patria (...) (que) están conspirando contra el proceso Revolucionario en marcha", y critica: "La siniestra maniobra de grupos políticos harto conocidos (...) quienes tratan de utilizar para fines protervos a campesinos y estudiantes". Termina señalando que "Por fortuna, nada ni nadie podrá detener este proceso (...) La revolución es irreversible” (16.6.69).

Según lo reportado por Degregori (2011), durante los días posteriores al comunicado, en Ayacucho, durante una huelga, una campesina fue derribada por una ráfaga de metralla de la policía. Entonces los campesinos reaccionaron lanzando piedras con sus hondas mientras la muchedumbre intentaba recoger a la anciana, pero la policía, respaldada por sus armas, se apoderó del cadáver.

El gobierno emitió un comunicado oficial: Son elementos extremistas, expertos (...) en agitar a las masas y en el empleo de métodos terroristas, así como agitadores universitarios procedentes de Huancayo y Lima". Hablan en sus periódicos y noticieros limeños de "masas dirigidas por agitadores" "miles de campesinos engañados premeditadamente".

La negativa del gobierno a responder y validar las protestas y necesidades de ciertas poblaciones en estado de miseria y abandono fue un factor sumamente influyente en la decisión de ciertos grupos de tomar las armas y tratar de imponer sus cambios por la fuerza. El uso excesivo de la Fórmula Mohawk Valley para ignorar por completo los pedidos de atención de ciertos sectores desfavorecidos de la población, contribuyó a que ésta no vea otra manera de hacerse escuchar que declarándole la guerra al Estado.


¿Aprendimos la lección?

No.

Esperen, permítanme hacer un poco más de énfasis en ese “No”.


Mucho mejor.

Recordemos el famoso escándalo protagonizado en abril de 2015 por el diario Correo. El caso goza de cierto valor académico porque fue posible observar en vivo y en directo cómo la Policía Nacional del Perú y ciertos periodistas cooperaron para distorsionar la información e intentar desprestigiar las protestas contra un proyecto minero en Arequipa. La situación fue expuesta de manera tan clara, que resulta ser un excelente material didáctico. El siguiente video ejemplifica a la perfección un intento fallido de utilizar la fórmula aquí descrita:


Una vez que consiguieron falsear la evidencia, el diario Correo publicó, en su página web, la siguiente noticia:


Sin embargo, cuando el engaño fue expuesto, siguiendo el principio de silenciación de Goebbels, no tardaron en remover la noticia y no mencionar más el tema.


Valdría la pena preguntarse, al menos por una cuestión de probabilidad, si el 100% de las protestas en un país con altos índices de corrupción y pobreza son injustificadas. Basta con observar los reportajes sobre las huelgas transmitidas en los noticieros y diarios bajo la gestión de empresarios con socios e inversiones perjudicadas por las protestas y las piezas empiezan a encajar solas.

¿Quiénes están detrás de estas artimañas? Es difícil responder con nombres y apellidos. Cuando se trata de exponer a los miembros de una mafia que utiliza influencias en el gobierno para exonerarse de ciertas restricciones, es sumamente complicado encontrar evidencia que los incrimine directamente, ya que suelen ser expertos en cubrir sus huellas. Sin embargo, la segunda mejor cosa que podemos hacer es observar quiénes se benefician social, política y económicamente de que se inviertan tantos recursos en mantener cierto status quo. No podremos incriminar directamente a estas personas, pero podremos, al menos como consuelo, sospechar de su complicidad.


La información aquí presentada no representa en lo más mínimo un secreto entre académicos, periodistas, comunicadores, políticos, etc. Sin embargo, el público general no parece estar lo suficientemente empoderado como para conocerla. Si bien esta es solo una de las tantas técnicas empleadas para mantener a raya a la población y he sido muy general en describirla, espero haber podido ser claro en mi exposición para ayudar a otros a ser más cautelosos al formar sus opiniones o tomar ciertas decisiones.

Cuídense de la manipulación mediática. Si uno no adopta una posición escéptica frente a la desinformación deliberada que nos presenta la prensa mal entendida, puede terminar militando ferozmente a favor de los intereses contrarios a los propios. Duden. Cuestionen. Aunque sea escuchen con mente abierta a ambas partes en una noticia.

Por favor.


Referencias:

Blumenthal, F. (1939). Anti-union publicity in the Johnstown "Little Steel" Strike of 1937. Recuperado el 8 de junio de 2013, en http://www.jstor.org/discover/10.2307/2745002?uid=3738800&uid=2&uid=4&sid=21103468158383

Chomsky, N. (1997). Media Control. Estados Unidos: Seven Stories Press.

Degregori, C. (2011). El surgimiento de Sendero Luminoso. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Diezhandino, M. (2007). Periodismo y poder. Madrid: Pearson Educación.

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