La manipulación mediática o uso
deliberado de los medios de comunicación para forzar opiniones en el público
general, muchas veces contrarias a sus intereses, es un tema serio que amerita
ser expuesto en todas sus dimensiones.
Diezhandino (2007) nos explica que la
relación entre libertad de prensa y erradicación de la pobreza fue el tema del
UNESCO World press freedom day, llevado a cabo en Sri Lanka del 1 al 3 de mayo
de 2006. De manera resumida, las conclusiones esbozan lo siguiente:
- Cuando la gente no tiene voz en el escenario público o acceso a la información sobre temas que afectan a sus vidas, o cuando sus preocupaciones no se reflejan razonablemente en los medios, el desarrollo tiende a ser saboteado y desastres como, por ejemplo, la hambruna tienen menos posibilidades de ser evitados.
- La falta de acceso a la comunicación elimina la capacidad de los pobres de participar en los procesos democráticos y por ende, los aísla y los excluye del desarrollo, dejándolos a su suerte.
- A menos que los medios de comunicación sean realmente fiscalizadores del interés del conjunto de la población de los países en vías de desarrollo y no solamente de aquellos que representan un mercado para los publicistas; la gente morirá en cientos de millones.
Aclarada la importancia de informarse al respecto, en esta oportunidad solo me referiré a una técnica de manipulación mediática muy común, llamada “Fórmula Mohawk Valley”, para permitir al lector un vistazo a la punta del iceberg.
Nuestra historia empieza en Estados
Unidos, a mediados de los años 30. La clase obrera estadounidense ganó su
primera victoria legislativa: Ahora tenían el derecho a organizarse mediante la
Ley de Wagner. Esto se consideró una crisis en el viejo arte de manipular la
opinión pública por dos razones: Por un lado, la turba estaba encontrando la
manera de utilizar la democracia para ganar victorias legislativa, lo cual
perjudicaba a los empresarios que utilizaban la democracia a favor de sus
intereses. Por otro, esta victoria había hecho posible que la gente se
organizase. Para los inversionistas y hombres de negocios, era necesario
desarrollar una herramienta que pudiese contrarrestar los efectos de la
organización popular. En general, las huelgas y los sindicatos son malos para
las inversiones privadas, por lo que la comunidad empresarial invierte
colosales sumas de dinero, atención e ideas en cómo lidiar con esos problemas (Chomsky,
1997).
El primer intento de desarmar una
huelga con éxito fue realizado entre 1936 y 1937. Se desató una huelga
protagonizada por los trabajadores de la industria del acero de Pennsylvania.
El sector empresarial puso a prueba su más reciente arma: no consistía en
escuadrones de matones ni en el uso de la amenaza, sino en técnicas más
efectivas y sutiles de propaganda. La clave era tornar al público en contra de
los huelguistas, presentarlos como disruptivos, dañinos para la sociedad y los
intereses comunes. Según Blumenthal (1939) la batalla de la propaganda para derrotar a una huelga no empieza con el
inicio de la misma (salvo que ésta haya surgido súbitamente y de improviso),
sino con anticipación. La huelga ya estaba anunciada de adelanto, y la Industria
del Acero puso su plan en marcha, también, de antemano. El 1 de Julio de 1936,
en 382 periódicos en 34 estados, habiendo invertido 114,000 dólares, dirigieron
un artículo titulado “Al público y a los empleados de la Industria del Acero”
que decía (íbid.):
Una
campaña para sindicalizar a los empleados de la Industria del Acero ha sido
anunciada. (…) Personas y organizaciones no vinculadas con la industria se han
hecho cargo de la campaña. Hay demasiados indicios perturbadores de que los
promotores de la campaña usarán la coerción y la intimidación.
La idea era crear en el público una
idea de “nosotros y ellos”. Al plantear que “nosotros”, el empresario, el
obrero, el ama de casa, tenemos intereses comunes que se ven amenazados por
“ellos”. A ese “ellos” se le podía dar el rostro del monstruo que más miedo
diese: judíos, comunistas, rusos, terroristas, seguidores de tal opositor
político o lo que funcionase. Como lo describe Chomsky (1997), el mensaje es:
Queremos
estar juntos y tener cosas como armonía, americanismo y trabajar juntos.
Entonces aparecen por ahí estos malvados huelguistas que son disruptivos y
están causando problemas y rompiendo la armonía y violando el americanismo.
Tenemos que detenerlos para poder vivir todos juntos. El ejecutivo corporativo
y el sujeto que limpia el suelo tienen los mismos intereses. Podemos trabajar
juntos y trabajar por el americanismo en armonía, agradándonos mutuamente.
Se nombró a esto la Fórmula Mohawk Valley y se aplicó una y
otra vez para romper huelgas con notorio éxito.
Dicha fórmula, originalmente creada en Estados Unidos, ha
sido exportada a otros países. Créase o no, el uso de esta fórmula por parte
del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas contribuyó a la creación de
Sendero Luminoso. ¿No lo creen? Revisemos el contexto:
A principios del siglo XX, el desarrollo del capitalismo en
el Perú y la influencia económica de potencias extranjeras, afectaron a la
región de Ayacucho de manera negativa. Ya que la región no poseía ningún
recurso que resultara de especial interés para el capital extranjero o
nacional; no surgió allí algún núcleo económico con la suficiente fuerza para
articularse a los sectores de punta de la economía nacional. A esta situación había que agregarle, además de la pobreza,
la explotación terrateniente, la opresión servil y la discriminación étnica en
la zona.
Fue en este espacio y contexto que se fundó La Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, lo que puso en el mapa a la región y agilizó su economía y educación. Sin embargo, cuando la educación permitió que la población de la zona se hiciera un poco más consciente de su situación, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas consideró que la universidad era foco de subversión y trató de asfixiarla económicamente.
Las protestas no tardaron en llegar y el gobierno respondió precisamente con la Fórmula Mohawk Valley.
Fue en este espacio y contexto que se fundó La Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, lo que puso en el mapa a la región y agilizó su economía y educación. Sin embargo, cuando la educación permitió que la población de la zona se hiciera un poco más consciente de su situación, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas consideró que la universidad era foco de subversión y trató de asfixiarla económicamente.
Las protestas no tardaron en llegar y el gobierno respondió precisamente con la Fórmula Mohawk Valley.
Por ejemplo, el lunes de Junio de 1969, Expreso, uno de los
principales diarios limeños, publicó un artículo con términos ambiguos pero severos
sobre los acontecimientos en Ayacucho. El artículo, titulado "Conspiración",
habla de "Intereses contrarios a los de la patria (...) (que) están
conspirando contra el proceso Revolucionario en marcha", y critica:
"La siniestra maniobra de grupos políticos harto conocidos (...) quienes
tratan de utilizar para fines protervos a campesinos y estudiantes".
Termina señalando que "Por fortuna, nada ni nadie podrá detener este
proceso (...) La revolución es irreversible” (16.6.69).
Según lo reportado por Degregori (2011), durante los días posteriores al comunicado, en Ayacucho, durante una huelga, una campesina fue derribada por una ráfaga de metralla de la policía. Entonces los campesinos reaccionaron lanzando piedras con sus hondas mientras la muchedumbre intentaba recoger a la anciana, pero la policía, respaldada por sus armas, se apoderó del cadáver.
Según lo reportado por Degregori (2011), durante los días posteriores al comunicado, en Ayacucho, durante una huelga, una campesina fue derribada por una ráfaga de metralla de la policía. Entonces los campesinos reaccionaron lanzando piedras con sus hondas mientras la muchedumbre intentaba recoger a la anciana, pero la policía, respaldada por sus armas, se apoderó del cadáver.
El gobierno emitió un comunicado oficial: Son elementos extremistas, expertos (...) en agitar a las masas y en el empleo de métodos terroristas, así como agitadores universitarios procedentes de Huancayo y Lima". Hablan en sus periódicos y noticieros limeños de "masas dirigidas por agitadores" "miles de campesinos engañados premeditadamente".
La negativa del gobierno a responder y validar las protestas
y necesidades de ciertas poblaciones en estado de miseria y abandono fue un
factor sumamente influyente en la decisión de ciertos grupos de tomar las armas
y tratar de imponer sus cambios por la fuerza. El uso excesivo de la Fórmula
Mohawk Valley para ignorar por completo los pedidos de atención de ciertos
sectores desfavorecidos de la población, contribuyó a que ésta no vea otra
manera de hacerse escuchar que declarándole la guerra al Estado.
¿Aprendimos la lección?
¿Aprendimos la lección?
No.
Esperen, permítanme hacer un poco más de énfasis en ese “No”.
Mucho mejor.
Recordemos el famoso escándalo protagonizado en abril de
2015 por el diario Correo. El caso goza de cierto valor académico porque fue
posible observar en vivo y en directo cómo la Policía Nacional del Perú y ciertos
periodistas cooperaron para distorsionar la información e intentar
desprestigiar las protestas contra un proyecto minero en Arequipa. La situación
fue expuesta de manera tan clara, que resulta ser un excelente material
didáctico. El siguiente video ejemplifica a la perfección un intento fallido de
utilizar la fórmula aquí descrita:
Una vez que consiguieron falsear la evidencia, el diario
Correo publicó, en su página web, la siguiente noticia:
Sin embargo, cuando el engaño fue expuesto, siguiendo el
principio de silenciación de Goebbels, no tardaron en remover la noticia y no
mencionar más el tema.
¿Quiénes están detrás de estas artimañas? Es difícil
responder con nombres y apellidos. Cuando se trata de exponer a los miembros de
una mafia que utiliza influencias en el gobierno para exonerarse de ciertas restricciones,
es sumamente complicado encontrar evidencia que los incrimine directamente, ya
que suelen ser expertos en cubrir sus huellas. Sin embargo, la segunda mejor
cosa que podemos hacer es observar quiénes se benefician social, política y económicamente
de que se inviertan tantos recursos en mantener cierto status quo. No podremos incriminar directamente a estas personas,
pero podremos, al menos como consuelo, sospechar de su complicidad.
La información aquí presentada no representa en lo más
mínimo un secreto entre académicos, periodistas, comunicadores, políticos, etc.
Sin embargo, el público general no parece estar lo suficientemente empoderado
como para conocerla. Si bien esta es solo una de las tantas técnicas empleadas
para mantener a raya a la población y he sido muy general en describirla, espero haber podido ser claro en mi
exposición para ayudar a otros a ser más cautelosos al formar sus opiniones o
tomar ciertas decisiones.
Cuídense de la manipulación mediática. Si uno no adopta una
posición escéptica frente a la desinformación deliberada que nos presenta la
prensa mal entendida, puede terminar militando ferozmente a favor de los intereses
contrarios a los propios. Duden. Cuestionen. Aunque sea escuchen con mente
abierta a ambas partes en una noticia.
Por favor.
Referencias:
Blumenthal,
F. (1939). Anti-union publicity in the
Johnstown "Little Steel" Strike of 1937. Recuperado el 8
de junio de 2013, en
http://www.jstor.org/discover/10.2307/2745002?uid=3738800&uid=2&uid=4&sid=21103468158383
Chomsky, N. (1997). Media
Control. Estados Unidos: Seven Stories Press.
Degregori, C. (2011). El
surgimiento de Sendero Luminoso. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Diezhandino, M. (2007). Periodismo y poder. Madrid: Pearson
Educación.
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